El voto del miedo, el odio y la rabia gana elecciones: claves para saber qué nos está pasando

telecinco.es 22/04/2019 07:09

Los políticos de medio mundo han decidido ser más infantiles, impactantes, tuiteros y banales. Meten miedo y mucho, para combatir el miedo. Porque es lo que hoy mueve a las sociedades occidentales, el miedo y votar con las tripas. Lo vemos en la campaña electoral permanente en España. Pero no seamos el ombligo del mundo. Esta confrontación de bloques, este odio indisimulado, esta plaga de insultos, este descrédito político e institucional se ha extendido por todo Occidente.

Es lo que tiene la frustración ante la globalización, la inmigración, la falta de preparación para la sociedad del futuro en la que los robots están al caer. En Europa, más de dos tercios de la población piensa que los robots y la inteligencia artificial destruirá más empleos de los que crean. Ahí hay un tema de futuro del que nadie habla como del terror a no salir del bucle del empleo temporal, que atenaza vidas.

La clase media está en peligro y con ella la democracia

Sigue el miedo a quedarse fuera de pertenecer a esa clase media que tenía casa, coche y piso de veraneo asegurado casi con un solo trabajo. El último informe de la OCDE, Bajo presión, la exprimida clase media, deja claro que Europa corre peligro si no se logra que el ascensor social vuelva a funcionar y ser de clase media no sea el sueño imposible para muchos.

La generación del baby boom intenta formar parte de la clase media mientras que los millennials ni se lo plantean ya. Antes se mileurista era un estigma, ahora parece lo normal. La clase media española es algo más pequeña que el promedio de la OCDE (58% frente al 61%). Solamente el 60% de la población nacida entre 1983 y 2002 ('millennials') pertenecía a la clase media cuando tuvo una edad comprendida entre los 20 y los 30 años, frente al 64% de los nacidos entre 1965 y 1982 (Generación X) y el 68% de los nacidos entre 1942 y 1964 ('Baby boomers').

En promedio, en los países de la OCDE, la proporción de personas en hogares de ingresos medios, definidas como hogares que ganan entre 75% y el 200% de la renta nacional mediana disminuyó del 64% al 61% entre mediados de los 80 y mediados de la década de 2010. Ese porcentaje ha caído en la escala social. Los ingresos medios apenas han crecido, tanto en términos relativos y absolutos en la mayoría de los países de la OCDE. En general, en los últimos 30 años, los ingresos medios aumentaron a un tercio menos que el ingreso promedio del 10% más rico.

Entre 2007 y 2016, la tasa de crecimiento anual de los ingresos medios reales fue del 0,3% en promedio en los países de la OCDE, comparado con el 1% entre mediados de los 80 y mediados de los 90, y el 1,6% entre mediados de los 90 y mediados de la década de 2000, un período en el que el crecimiento de los ingresos fue más fuerte entre todos los grupos de ingresos.

El coste de la vida, sobretodo de la vivienda, crece sin parar

Paralelamente, el costo del estilo de vida de la clase media ha aumentado más rápido que la inflación. Ahí un elemento es clave: el coste de la vivienda. Uno de cada cinco hogares medios gasta más de lo que gana.

Esto está provocando que la clase media, la que sostiene las cuentas y la democracia de un país mire como nunca al nacionalismo, el populismo y abrace la antiglobalización. La creciente sensación de vulnerabilidad, incertidumbre y ansiedad se ha traducido en un aumento desconfianza hacia la integración global y las instituciones públicas. Cada vez más personas, especialmente en el extremo inferior de hogares de ingresos medios, sienten que contribuyen mucho más al estado de bienestar con los impuestos que los beneficios y servicios que reciben. El estilo de vida de la clase media es cada vez más costoso: el costo de una clase de estilo de vida "típico" ha aumentado más rápido que el ingreso.

La OCDE llama por fin a las cosas por su nombre, habla de desigualdad, de injusticias, pero también pide a los gobiernos que actúen, que reformen el sistema tributario y de prestaciones. Abordar las crecientes preocupaciones de la clase media baja, al mismo tiempo que aborda los desafíos de los estratos aún más pobres de la población a través de herramientas contra la pobreza, son fundamentales dice la OCDE.

Las políticas deben considerar reducir efectivamente la carga fiscal neta sobre los hogares medios, mientras se mantiene la sostenibilidad de las finanzas públicas. Las personas con ingresos medios tienden a ser pagadores netos, mientras que los ancianos son hogares de ingresos medios son beneficiarios netos. Ahí se avecina un nuevo enfrentamiento social que aún no se ve. La redistribución no se trata solo de transferencias en efectivo. Los países gastan en especie, como la asistencia sanitaria pública y la educación, subvenciones, asistencia financiera para préstamos o desgravaciones fiscales para compradores de vivienda. La educación cada vez más depende de la clase social, por eso la OCDE recomienda una FP atractiva.

El centro de gravedad económico se está alejando del centro. El crecimiento de los ingresos en el medio ha sido mucho más débil que en la parte superior. Las posibilidades de ingresos medios han disminuido entre las familias con hijos y adultos jóvenes. Hoy en día, las familias de una familia necesitan dos salarios para llegar a la clase de ingresos medios, mientras que en el pasado, una fuente de ingresos con un trabajo de alta habilidad a menudo era suficiente. Sin embargo, incluso la presencia de dos asalariados en el hogar es cada vez menos efectiva para alcanzar el estado de ingresos medios.

Dificultades para llegar a fin de mes

Así, uno de cada dos hogares de ingresos medios confiesan dificultades para llegar a fin de mes. El 40% de los hogares de clase media baja son financieramente vulnerables. El 36% de las personas cree que tener padres bien educados es esencial para salir adelante, en comparación con el 31% en la década de 1990. El 60% de los padres mencionan el riesgo de que sus hijos no alcancen el nivel de estatus y comodidad que ellos tienen como uno de los tres mayores riesgos sociales y económicos a largo plazo. Se ha vuelto más difícil para las generaciones más jóvenes llegar a la clase media.

No va a ser fácil si no se mete mano en serio a las relaciones laborales. Las generaciones mayores a menudo están mejor protegidas de los cambios en el mercado laboral. Y también el trabajador y su falta de formación y las empresas y su incapacidad para pagar según la valía tienen gran parte de culpa. España no está preparada para una nueva crisis dicen los expertos y esta puede llegar. Acabaría masacrando definitivamente a la clase media y eso sería un peligro para la democracia. Así que la política del miedo, el insulto y del tuit debe terminar. La pregunta es si lo hará a tiempo.