Pros y contras de dejar a tu hijo en el comedor escolar
Para algunos padres y madres, el comedor escolar puede convertirse en el mejor aliado para la conciliación laboral y familiar
Apuntarles al comedor puede tener ciertos pros y contras que los padres deben valorar antes de tomar cualquier decisión
¿Quién decide el menú de los comedores escolares?
MadridUna de las principales preocupaciones de los padres es la alimentación de sus hijos, por lo que, la opción de dejar que coman en el comedor escolar es una alternativa que ya muchas familias consideran. Para otros, por motivos de conciliación, no hay más opción que apuntarles al comedor, aunque puedan plantearse si es lo mejor para los niños.
Muchos niños celebran quedarse en el comedor, mientras que otros, con lo intuir que les van a apuntar, comienzan a llorar. Sea como sea, esta decisión despierta ciertas dudas en los padres, ya que, la realidad es que existen tanto pros como contras.
Beneficios de dejar a los niños en el comedor escolar
Alimentación equilibrada y supervisada
Uno de los principales beneficios que tiene el comedor escolar es que sus menús suelen estar diseñados por nutricionistas y expertos en nutrición infantil. Esto garantiza que van a tener una alimentación equilibrada y variada. Estos menús suelen incluir verduras, proteínas, hidratos de carbono y frutas, algo que ayuda a los niños a desarrollar hábitos alimenticios saludables desde que son pequeños.
Por otro lado, los comedores escolares tienen monitores que supervisan a los niños mientras comen y se aseguran de que sigan las normas básicas de alimentación e higiene, como lavarse las manos antes de comer y masticar correctamente.
Fomenta la autonomía y la socialización
Comer en el colegio hace que los niños puedan ganar autonomía. En el comedor aprenden a usar los cubiertos, a comer sin la ayuda de un adulto y a seguir normas básicas de convivencia en la mesa. También, el hecho de compartir la comida con otros niños fomenta la socialización y el aprendizaje de modales en la mesa.
Facilita la conciliación familiar y laboral
Para muchas familias, el comedor escolar es una opción que les hace la vida mucho más sencilla, ya que les ayuda en la conciliación entre la vida familiar y la laboral. Gracias al comedor, muchos padres pueden trabajar sin preocuparse por preparar la comida al mediodía y se aseguran de que sus hijos reciben una alimentación sana y adecuada.
Exposición a nuevos alimentos
Lo normal es que muchos niños sean reacios a probar nuevos alimentos en casa, pero en el comedor escolar, al compartir mesa con otros niños y ver que éstos comen estos alimentos, se suelen animar a probar nuevos sabores y texturas. Este entorno grupal es fundamental para que puedan desarrollar una alimentación más variada y saludable.
Ahorro de tiempo para las familias
Para muchos padres, el comedor escolar les supone una solución práctica que les permite conciliar mejor la vida laboral y familiar sin tener que sufrir el estrés por pensar y elaborar una comida adecuada para los niños sin tener el tiempo suficiente.
Mejor adaptación a horarios y rutinas
Al dejarles en el comedor escolar, los niños se acostumbran a horarios fijos y a rutinas estables a la hora de comer, algo que les ayuda a su organización diaria.
Los inconvenientes del comedor escolar
Falta de control sobre la calidad de los alimentos
Si bien es cierto que los menús son diseñados por profesionales de la nutrición infantil, en ciertos casos la calidad de los ingredientes y su preparación pueden sufrir variaciones dependiendo de la empresa de catering encargada de elaborar este menú o, incluso, del propio centro educativo. Algunos padres han expresado su preocupación por el uso de alimentos ultraprocesados o por un exceso de frituras en los menús escolares.
Coste económico
El comedor escolar es un gasto extra para las familias, que dependiendo del caso, puede ser considerable a lo largo del curso. Dependiendo del colegio y de la comunidad autónoma, el precio del comedor escolar oscila entre los 4 y 8 euros por día, lo que puede suponer más de 1.000 euros al año por niño.
Menos flexibilidad en la alimentación
Cuando los niños comen en el colegio, se tienen que adaptar a un menú que está ya establecido sin posibilidad de cambios, algo que puede ser un problema para aquellos con alergias, intolerancias o restricciones dietéticas específicas. A pesar de que los comedores suelen tener menús alternativos para poder adaptarse a estos casos, no siempre son tan variados como los que se pueden hacer en casa.
Posibilidad de problemas emocionales o de depresión
Para algunos niños, el comedor escolar puede ser un entorno muy estresante. La presión por comer rápido, la falta de familiaridad con ciertos alimentos o la ausencia de los padres pueden generar ansiedad en algunos de los niños. Además, en casos concretos, pueden surgir problemas de integración con otros niños durante la comida.
Pérdida de un momento familiar importante
Comer en casa puede ser una gran oportunidad para fortalecer los lazos familiares y compartir conversaciones y experiencias, al dejarlos en el comedor escolar, se pierde esa oportunidad, aunque se puede recuperar durante las cenas.