Por qué cada vez faltan más profesores en todo el mundo: un estudio confirma las causas

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La escasez de profesores afecta a la calidad educativaFreepik
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MadridLa educación mundial se enfrenta a una crisis sin precedentes: la escasez de docentes. Según el primer Informe Mundial sobre el Personal Docente de la UNESCO, publicado en 2024, se estima que para alcanzar la educación primaria y secundaria universal en 2030, se van a necesitar alrededor de 44 millones de docentes adicionales en todo el mundo. Esta escasez afecta a todos los países, evidenciando que la crisis es global.

Este fenómeno no solo implica una reducción de personal, sino que compromete directamente el derecho a la educación. Como señala el estudio, esta carencia pone en riesgo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el ODS 4: garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Asimismo, la situación ha empeorado a raíz de las crisis económicas, los efectos de la pandemia de COVID-19 y los conflictos armados que han afectado regiones enteras como Oriente Medio.

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Causas estructurales del déficit docente

El informe de la UNESCO identifica una serie de causas estructurales que explican la creciente escasez de docentes en todo el mundo. Aunque estas causas varían en intensidad dependiendo de la región, sí que hay patrones comunes que se repiten en casi todos los sistemas educativos:

Condiciones laborales precarias

En muchos países, los docentes se enfrentan a condiciones laborales que ni son competitivas ni sostenibles. A los salarios bajos se le suma una jornada extendida que va mucho más allá del horario de clases: preparación de materiales, corrección de exámenes, reuniones con padres y tareas administrativas. Además, hay que añadir la falta de recursos básicos como libros, pizarras digitales o personal de apoyo, lo cual agrava el malestar profesional. Esta combinación hace que la profesión deje de ser atractiva, sobre todo para los jóvenes que quieren una carrera con estabilidad laboral y futuro profesional.

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En algunos países de América Latina, el salario de los docentes está por debajo del promedio de los trabajadores con un nivel educativo similar, lo que lleva a muchos a buscar empleos mejor remunerados en otros sectores.

Falta de reconocimiento y estatus social

La docencia ha perdido prestigio en muchas sociedades. En muchos lugares, ser maestro ya no se considera una vocación respetada, sino una opción secundaria o de último recurso. Esto tiene consecuencias directas en la captación de talento, ya que, los estudiantes con mejores expedientes suelen escoger carreras más valoras y mejor remuneradas como es la medicina, ingeniería o tecnología.

En países de ingresos altos como Alemania o Japón, según encuestas recientes solo una minoría de jóvenes considera la docencia como una opción de carrera viable y prestigiosa.

Abandono temprano de la profesión

El llamado “desgaste vocacional” es una de las causas más alarmantes. Muchos docentes recién incorporados abandonan la profesión en los primeros años debido a la presión emocional, la falta de acompañamiento y la sobrecarga de responsabilidades. Este fenómeno se ha agudizado después de la pandemia de COVID-19, donde los profesores tuvieron que adaptarse rápidamente a la enseñanza online, lidiar con el rezago académico de los alumnos y gestionar una creciente problemática emocional en el aula. La ausencia de programas de mentoría o acompañamiento pedagógico en los primeros años contribuye a que muchos decidan no continuar.

Por estas causas, las tasas de abandono de docentes de primaria prácticamente se duplicaron entre 2015 y 2022, pasando del 4,6% al 9%.

Jubilaciones masivas y envejecimiento del profesorado

En lugares como Europa, la elevada edad media del profesorado anticipa una ola de jubilaciones que va a hacer este problema de la escasez más grave. En países como Italia, más del 60% del personal docente tiene más de 50 años. En Alemania, también se estima que cerca del 40% en activo hoy en día, se jubilará antes de los próximos diez años. Una situación que obliga a planificar con urgencia el relevo generacional.

Esta tendencia no solo reduce el número total de docentes, sino que hace que el sistema educativo tenga menos profesionales experimentados en un momento de gran demanda.

Violencia escolar y deterioro del clima educativo

Otro factor que está haciendo que muchos docentes abandonen su profesión es el aumento de la conflictividad en las aulas. En países de América Latina, Europa y Norteamérica, se han detectado niveles que crecen de violencia física y verbal contra el profesorado, tanto por parte de los alumnos como de las familias de estos.

Los docentes viven una sensación de desprotección institucional, unida al estrés emocional constante es una situación que empuja a muchos a renunciar o buscar entornos laborales menos agresivos.

Políticas educativas inestables

Los cambios constantes en las políticas educativas, la falta de continuidad en los planes de estudio y la imposición de reformas sin consenso hacen que se genere un clima de incertidumbre entre los maestros y profesores. Esta volatilidad política, común en varios países, hace que se debilite la confianza en el sistema y desincentiva el compromiso a largo plazo con la profesión.