Razones por las que el diseño de los edificios puede afectar la educación en colegios y universidades
Espacios luminosos, flexibles y bien ventilados favorecen el aprendizaje activo y reducen el cansancio y el estrés
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MadridCuando se debate sobre la calidad de la educación, se suele hablar de metodologías pedagógicas, tecnologías disponibles en el aula, formación docente o los famosos ratios alumno-profesor. Sin embargo, hay un aspecto que a menudo se olvida: el diseño de los edificios. Distintos estudios internacionales han confirmado que el entorno construido influye directamente en el bienestar, la motivación y el rendimiento académico del alumnado, de la misma manera que también tiene mucho que ver con la satisfacción y eficiencia del profesorado.
El diseño arquitectónico, la iluminación natural, la ventilación, la acústica, la distribución de los espacios o la inclusión de las zonas verdes son elementos que puedan mejorar o perjudicar la experiencia educativa. Un edificio que esté mal diseñado no solo va a limitar la funcionalidad del espacio, sino que también puede aumentar los niveles de estrés, hacer más difícil la concentración o favorecer el absentismo escolar.
Evidencias científicas del impacto del espacio
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha sido una de las instituciones pioneras en investigar la relación existente entre el diseño de los entornos de aprendizaje y el rendimiento académico. En su informe de 2022, The Learning Environment and Student Outcomes, se señala que la calidad del espacio escolar puede influir en hasta un 25% en el rendimiento académico de asignaturas como matemáticas o lectura.
Otro estudio clave, realizado por la Universidad de Salford en Reino Unido junto a arquitectos escolares, demostró que los elementos físicos del aula pueden afectar al progreso educativo de los estudiantes en un 16%, y que factores como pueden ser la orientación solar del edificio, la temperatura, los colores de las paredes o el mobiliario ergonómico son determinantes en la experiencia de aprendizaje.
En el caso de las universidades, un informe de la Association of University Directors of Estates (AUDE) de 2023 señala que el diseño de campus abiertos, sostenibles y flexibles mejora la retención de los estudiantes, también hace que aumente la participación y reduce los niveles de estrés entre los alumnos.
¿Cuáles son las claves arquitectónicas que influyen en el aprendizaje?
A partir de lo señalado en estos estudios, se pueden identificar una serie de elementos clave que hacen que el diseño de los edificios tenga un impacto directo sobre la educación.
- Iluminación natural: la luz natural mejora la concentración, el estado de ánimo y regula los ritmos circadianos. Las aulas con ventanas grandes orientadas de manera adecuada permiten que se pueda aprovechar mejor la luz solar, lo que dará lugar a estudiantes más activos y atentos.
- Ventilación y calidad del aire: una buena ventilación reduce los niveles de CO2 y mejora la oxigenación del cerebro. Los sistemas de renovación de aire y los espacios abiertos o semiabiertos contribuyen a reducir el cansancio mental, y también el absentismo.
- Acústica y control del ruido: el ruido excesivo es una de las principales causas de distracción en las aulas. Un buen diseño arquitectónico en el que se incorporan materiales absorbentes, aislamiento de las zonas ruidosas y distribución que minimiza las interferencias sonoras.
- Distribución flexible y espacios colaborativos: las aulas tradicionales con filas de pupitres han sido reemplazadas en muchos centros por áreas de trabajo en grupo, zonas de descanso o aprendizaje informal. Un aula tan flexible fomenta la participación activa, la creatividad y la colaboración entre estudiantes.
- Accesibilidad e inclusión: un diseño universal que contemple rampas, ascensores, señalética adaptada o mobiliario regulable va a garantizar que todos los estudiantes puedan participar plenamente en la vida estudiantil, independientemente de su condición física.
- Sostenibilidad y contacto con la naturaleza: la incorporación de patios verdes, jardines verticales, techos vegetales o zonas al aire libre promueve el bienestar emocional, reduce el estrés y mejora el estado de ánimo. Por otro lado, los edificios energéticamente eficientes fomentan valores de conciencia ecológica.
- Seguridad y confort: un entorno que pueda transmitir seguridad física y psicológica es esencial para el aprendizaje. Espacios bien iluminados, señalizados, con vigilancia discreta y zonas de descanso contribuyen a que se pueda generar un clima escolar positivo.
Ejemplos innovadores de arquitectura educativa
Son varios los países que han optado por repensar el diseño de algunos de sus centros educativos como una herramienta pedagógica en sí misma. En Finlandia, el modelo “escuela sin aulas” ha revolucionado por completo la concepción del espacio: los centros están diseñados para ser entornos de aprendizaje abiertos, sin paredes fijas, con zonas adaptables que permitan diferentes usos dependiendo de las necesidades del momento.
Algunas universidades como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) o la Universidad de Copenhague han transformado sus campus para que se pueda fomentar la interacción entre disciplinas, el trabajo colaborativo y el bienestar integral de la comunidad educativa.
En España, algunas comunidades autónomas han comenzado a implantar proyectos piloto como los “centros educativos sostenibles” en Cataluña o los espacios de aprendizaje flexible en Navarra, los cuales apuestan por aulas sin muros, un diseño bioclimático y mobiliario modular.