Acceso a la universidad 2025

¿Qué come un estudiante que quiere rendir al 100 % en la PAU? Dietas recomendadas por un experto

Estudiante mordiendo un lapicero
No hay evidencias de aporte nutritivo ninguno de un lápizUnsplash
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MadridLa cuenta atrás para la PAU suele estar marcada por largas jornadas de estudio, nervios y una exigencia máxima de concentración para poder llevar todas las asignaturas lo mejor posible. Para miles de estudiantes españoles, esta prueba representa un paso decisivo para poder acceder a la carrera universitaria que quieren.

Cuando pensamos en la PAU, es muy común hablar de técnicas de estudio, organización y gestión del tiempo, pero hay un aspecto que a menudo se pasa por alto y que puede marcar una diferencia significativa en el rendimiento académico: la alimentación. ¿Es posible rendir más sencillamente por comer mejor?

La respuesta de muchos expertos en nutrición es un rotundo sí. El cerebro, como cualquier otro órgano del cuerpo, necesita energía y nutrientes para poder funcionar de la mejor manera. Durante las semanas previas a la PAU, una alimentación adecuada puede hacer que mejoren la capacidad de atención, la memoria, el estado de ánimo, y por consiguiente, el rendimiento académico.

Son muchos los estudios en neurociencia y nutrición que han demostrado que ciertos alimentos favorecen la actividad cerebral, mientras que otros pueden hacer lo contrario y ralentizar, generar fatiga o aumentar el estrés. Por eso, escoger qué se come antes, durante y después de los exámenes es algo que no debe dejarse al azar o a las prisas.

La importancia de una alimentación adecuada

Durante el periodo de preparación para la PAU, la alimentación no solo tiene un impacto físico, sino también cognitivo y emocional. Se trata de un momento en el que los estudiantes están sometidos a una elevada carga de estrés con largas horas de estudio y presión por rendir al máximo. En estos momentos, la dieta se convierte en un pilar fundamental para poder sostener el equilibrio general del organismo y optimizar el rendimiento intelectual.

El cerebro, aunque representa el 2% del peso corporal, consume aproximadamente el 20% de la energía que utiliza el cuerpo. Esto quiere decir que requiere un aporte constante y equilibrado de nutrientes para mantener su funcionamiento. Una dieta pobre o desequilibrada puede traducirse en falta de concentración, dificultades para retener información, mayor sensación de cansancio, cambios de humor e incluso, alteraciones del sueño. Sin embargo, una nutrición adecuada actúa como una fuente constante de energía y estabilidad emocional.

Además, el nivel de glucosa en sangre tiene un papel esencial en el rendimiento mental. Si hay picos muy altos seguidos de bajones, el estudiante puede pasar rápidamente de estar muy activo a sentirse agotado, lo que va a dificultar la continuidad del estudio. Por eso, los nutricionistas recomiendan evitar los azúcares refinados y optar por hidratos de carbono complejos, que se absorben lentamente como los de los cereales integrales, legumbres o frutas.

Hay que tener en cuenta que la alimentación no solo tiene un efecto inmediato, sino que también influye a medio y largo plazo. Al incluir alimentos ricos en antioxidantes, grasas saludables, proteínas de calidad y vitaminas del grupo B puede proteger las funciones neuronales, mejorar la plasticidad cerebral y reforzar el sistema inmune, algo muy útil cuando el cuerpo está más expuesto al desgaste, como puede ocurrir en época de exámenes.

Por otro lado, hay que saber que la comida tiene un papel emocional. Cuando se come bien, se mejora el estado de ánimo. Una dieta equilibrada puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que va a ayudar a mantener la calma y la motivación durante los días clave de la PAU. Comer de manera saludable no significa seguir una dieta restrictiva o aburrida, al contrario, significa tomar decisiones conscientes para poder comer lo necesario y disfrutando.

La alimentación es mucho más que una fuente de energía, se la puede considerar como una herramienta más para estudiar mejor, rendir más eficazmente y afrontar los exámenes de la mejor manera posible. Si se adoptan buenos hábitos nutricionales durante la PAU, no solo va a ayudar a superar estos exámenes, sino que también podrá ser de gran ayuda para la universidad.

Alimentos clave para potenciar el rendimiento académico

Pescados ricos en Omega-3

El salmón, el atún y las sardinas son fuentes excelentes de ácidos grasos Omega-3, los cuales son esenciales para un buen funcionamiento cerebral. Estos ácidos grasos son fundamentales para mejorar la memoria y la concentración.

Frutas y verduras

Las frutas y verduras frescas, como los frutos rojos, cítricos, espinacas o tomates, contienen antioxidantes y nutrientes esenciales que ayudan a mantener el cerebro en óptimas condiciones.

Frutos secos y semillas

Almendras, nueces, pistachos y semillas de chía son muy ricos en grasas saludables, proteínas y vitaminas. Estos alimentos ayudan a mejorar la concentración y la función cognitiva.

Huevos

Los huevos son una fuente de proteínas de alta calidad y contienen colina, un nutriente que ayuda al desarrollo del cerebro y mejora la memoria

Legumbres

Las lentejas y otras legumbres son altas en folato, una vitamina B que ayuda a mantener el funcionamiento del cerebro. También, su contenido en fibra e hidratos de carbono de absorción lenta generan una sensación de saciedad.

Hidratación: el mejor aliado

Por supuesto, mantenerse hidratado es fundamental para un funcionamiento óptimo del cerebro. La deshidratación puede afectar negativamente tanto a la concentración como a la memoria. Se recomienda consumir al menos 1.5 litros de agua y evitar bebidas azucaradas o cafeína en exceso.