Ya es oficial: los últimos cuatro años han sido los más cálidos desde que hay registros

eltiempohoy.es 06/02/2019 17:48

En 2016 un evento de El Niño disparó la temperatura mundial y lo colocó como el año más caluroso jamás registrado (1,2°C por encima de la media pre-industrial). Los años anterior y posterior (2015 y 2017) casi se repitió la situación: se quedó a un grado de igualarlo. El último año, 2018, fue 1°C más cálido que la media pre-industrial, tomada como referencia.

"La tendencia a largo plazo es más importante que los ránking", decía el secretario general de la OMM. "El grado de calentamiento en los últimos cuatro años ha sido excepcional, tanto en la tierra como en los océanos".

En la actualidad lamentamos un continuo ascenso de las emisiones de dióxido de carbono, la disminución más que notable de hielo en el Ártico y el Antártico, la subida del nivel del mar que provoca incidentes devastadores en muchas regiones… La OMM elabora un estudio para facilitar la toma de decisiones por parte de las Naciones Unidas en materia del cambio climático para procurar que el impacto socio-económico, humano y medioambiental se reduzca lo máximo posible.

2019 retoma donde lo dejó 2018

Si la tendencia de los últimos cuatro años es ascendente en cuanto a temperatura global, 2019 no está siendo mejor. Es fácil apreciarlo porque las consecuencias se están dando en el momento: Australia registra su enero más caluroso (en el caso de Tasmania también más seco) con la ola de calor más intensa y más duradera de su historia y Estados Unidos se hiela por el chorro de aire polar que deja vientos de -50°C en el norte del país.

El contraste entre el hemisferio sur y el hemisferio norte son ejemplos del clima extremo con el que arranca 2019 y el origen está en los polos. "El Ártico se está calentando el doble de rápido que la media global. Un amplio porcentaje de hielo en la región se ha derretido". Lo que está ocurriendo es que el frío se está canalizando hacia latitudes más bajas del hemisferio norte, es decir, no solo excluye el hecho de que el cambio climático es real, sino que lo relaciona directamente con el ascenso de la temperatura global.

"Lo que pasa en los polos no se queda en los polos, sino que afecta al clima y las condiciones meteorológicas en latitudes más bajas donde viven cientos de millones de personas", asegura la OMM. "Las temperaturas son solo parte de la historia. El clima extremo y de alto impacto ha afectado a muchos países y millones de personas, con repercusiones devastadores para las economías y los ecosistemas en 2018".