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El tema de conversación en esta primera semana de fase 1 o fase 2, según la zona, está siendo en gran parte el tiempo. Hace un calorazo de pleno julio en todo el sur y en buena parte del interior peninsular, y por la noche sobra el edredón y los paseos son sin ‘rebequita’. A las puertas de junio, eso sí, parece que la atmósfera empieza a dar pistas de un cambio de tiempo.
A medida que pasen las horas, en el Atlántico ocurrirá lo siguiente: el anticiclón irá acaparando cada vez más latitudes más elevadas, y una vaguada –elongación de bajas presiones en forma de V– se irá desplazando hacia Reino Unido. Es cuestión de tiempo que una ‘bolsa’ de aire frío o DANA (depresión aislada en niveles altos) quede aislada en la atmósfera no demasiado lejos de la Península Ibérica.
Para entender lo que supone la entrada de aire frío en altura, hay que tener en cuenta que la superficie se encuentra muy caldeada después de varios días seguidos de cielos despejados en los que el sol ha calentado el suelo durante las 14-15 horas que duran los días (duran menos cuanto más al sur).
Al ascender, el aire cálido se encontrará con un aire mucho más denso, más frío, que será el ingrediente necesario para formar nubes cumulonimbo de tormenta. Esto ocurrirá principalmente en el norte peninsular, aunque muchas zonas de la meseta y de litoral verán llover también a partir del domingo.
En la provincia de Cáceres, y en zonas de Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, País Vasco, Navarra y La Rioja podrán caer hasta 50 litros/m(2) en 24 horas, lo cual supone más de lo que ha caído en la mayor parte de España la última semana.
Cuanta más altitud, más probable será que las precipitaciones puedan ser en forma de granizo, sobre todo en la mitad norte. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avisa del riesgo de granizadas el domingo en La Rioja, en Burgos, Palencia y Salamanca, las tres últimas además de tamaño considerable: “de más de 2 centímetros” de diámetro, advierte.
En cuanto a las temperaturas, el bajón se notará el último día de mayo, precisamente, en las zonas donde más calor está haciendo: las provincias del valle del Guadalquivir y del Guadiana. En Huelva y Sevilla podrán caer de golpe (con respecto al día anterior) hasta 8ºC, y en el resto de Andalucía y el tercio oeste peninsular perderán entre 1 y 5ºC.
En los días siguientes la situación se mantendrá sin grandes cambios. Seguirán siendo probables las lluvias en el norte y zonas del oeste peninsular, y el viento será agresivo a ratos especialmente en áreas de montaña y alrededores, y las temperaturas no sufrirán grandes oscilaciones, seguirán de hecho ligeramente más altas de lo normal para la fecha en varias regiones.
A partir del miércoles, eso sí, parece que la atmósfera se irá inestabilizando. La borrasca aislada con aire frío en altura podrá acercarse –se irá confirmando en los próximos días– al noroeste de la Península, lo cual se traduciría en un aumento del viento considerable con el consecuente riesgo por las olas en las zonas costeras, y una intensificación de las lluvias.
Es decir, lo más probable es que desde el miércoles, día 3, la mitad norte y oeste peninsular –se librarían las comunidades del Mediterráneo– vean un cambio de tiempo importante. Además el termómetro restaría con respecto al martes hasta 8ºC en muchas regiones.