Los bomberos protegen del fuego el árbol más grande del mundo, en California
El incendio Complex Fire amenaza el icónico Parque Nacional de las Secuoyas de California
Para proteger los árboles más grandes del mundo, los bomberos los están tapando con envolturas de aluminio
Este incendio ha arrasado ya más de 4.500 hectáreas en el centro del estado
El fuego está siendo protagonista este verano en California. Desde hace 10 días, los bautizados como incendios Paradise and Colony, llamados colectivamente KNP Complex Fire, amenazan el icónico Parque Nacional de las Secuoyas, una joya paisajística que los bomberos tratan de proteger a toda costa. Este es el curioso método que están utilizando para salvar los árboles más grandes del mundo.
El incendio más preocupante del estado sigue siendo el Caldor Fire, que ha alcanzado el lago Tahoe y ha destruido cientos de estructuras en diferentes distritos. Familias enteras han perdido sus casas.
Pero no es el único incendio que abrasa California tras un verano cálido y un año extremadamente seco que hacen que el paisaje sea muy inflamable. Una tormenta eléctrica fue la responsable de encender el fuego que ahora avanza rápidamente hacia las secuoyas milenarias del centro del estado. Han ardido ya más de 4.500 hectáreas.
El mayor miedo ahora mismo es que las llamas lleguen al árbol más grande del parque (y del mundo), una secuoya conocida como el General Sherman, de unos 2.200 años. Mide 83 metros de alto y tiene más de 11 metros de diámetro, según el Servicio de Parques Nacionales estadounidense.
Los bomberos protegen las secuoyas más grandes del mundo
Los bomberos han aprendido una nueva técnica para evitar que se quemen las milenarias secuoyas de California, uno de los mayores encantos de todo el país.
Envuelven la base de los árboles en un revestimiento flexible de aluminio para protegerlos de las brasas que caen y reflejan el calor, explica Rebecca Paterson, portavoz de los Parques Nacionales Sequoia y Kings Canyon, al diario Los Angeles Times.
Además, los bomberos están usando fuegos controlados para despejar la vegetación alrededor de los árboles, de manera que el entorno sea lo menos inflamable posible.