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A primera hora de la mañana del jueves, la agencia meteorológica francesa, Meteo France, ha nombrado la que va a ser la quinta borrasca en siete días. Hemos pasado de estar estancados en una estabilidad anticiclónica a todo lo contrario con el cambio de mes, y esta vez lo hacemos con ambiente invernal incluido. Norberto nos trae rachas de viento casi huracanadas y nieve por debajo de los 1.000 metros, lo cual es un éxito después del cierre adelantado de unas cuantas estaciones de esquí por el calor.
La primavera meteorológica arrancó el 1 de marzo con los campos ya florecidos de norte a sur de España, véanse los campos de Mequinenza, en Zaragoza, o Cieza, en Murcia, donde más pueden presumir. Hace poco analizábamos de hecho qué pasaría con los cultivos si llegara el frío con las flores luciendo en todo su esplendor, como ocurrió en abril de 2019 con la irrupción de una masa de aire del Ártico.
Habrá que cruzar los dedos. La llegada de la borrasca Norberto inquieta por el desplome previsto de varios grados, ya que el potente chorro polar 'empujará' una masa de aire frío a unos 1.500 metros de altura que va a desplomar nuestro termómetro junto con el viento del noroeste. A Canarias llegará en forma de alisio –viento del noreste–, con que también por allí hará menos calor estos días.
Gracias al frío nuestras montañas podrán recuperarse después de perder el manto de nieve a lo largo de febrero, que empezó con un 'veranillo' y ha seguido más o menos hasta el día 27, con alguna excepción.
Menos Pirineos, todas nuestras sierras han tenido que dar por terminada la temporada de esquí mucho antes de lo previsto. En la Cordillera Cantábrica sobreviven San Isidro y Fuentes de Invierno, esta última por los pelos. En el Sistema Ibérico, Javalambre y Valdelinares y, en el Sistema Central, ninguna. Por su parte Sierra Nevada aguanta con 76 kilómetros abiertos al público que podrán ampliarse este fin de semana.
La nieve está prevista principalmente en el norte y con mayor intensidad el viernes. En el Pirineo navarro y aragonés hay incluso aviso naranja por los 20-30 cm que cuajarán en un solo día, aunque el riesgo en menor medida está previsto en todas las sierras del norte peninsular. Podrán darse en algunas de ellas a tan solo 700 metros.
El viento del noroeste no traerá demasiadas lluvias ya que, a pesar de ser un viento muy frío, no se caracteriza por ser muy húmedo. Caerá en el norte y, como decimos, lo hará en forma de copos en áreas montañosas.
Lo que sí trae a España el frente asociado a Norberto son ráfagas fortísimas. El viento se 'colará' entre el anticiclón al suroeste y la borrasca en el noreste. Ambas masas de aire tienen una presión muy diferente, lo que contribuirá a acentuar el gradiente de presión y acelerará el viento.
Resultado: hay aviso por viento en todo el norte peninsular, de más importancia en Aragón y Cataluña, así como en regiones del centro y del este peninsular y Baleares. Lo más recomendable es evitar zonas altas y litorales hasta, al menos, el sábado. Allí las rachas podrán superar los 110 km/hora y los mapas no descartan que alguna ráfaga pueda llegar a los 130 km/hora en el este.