Por si te vienes arriba en febrero: cinco beneficios de bañarse en aguas frías

eltiempohoy.es 24/02/2019 12:17

El mayor órgano del cuerpo, la piel, es el primero en reaccionar ante un baño de agua fría. Los receptores térmicos de la epidermis se activan y provocan un alarma en las neuronas de nuestro cerebro que activa el sistema nervioso y acelera el metabolismo. Es decir, ante una bajada de temperatura, nuestro organismo se pone en marcha para mantener la temperatura interna que preserve el buen funcionamiento de nuestros órganos vitales.

Tonificación muscular

Ante una lesión muscular, los médicos y fisioterapeutas recomiendan la aplicación de frío en la zona afectada para disminuir la inflamación y aliviar el dolor. La crioterapia, o terapia del frío, es habitualmente utilizada en la medicina deportiva para calmar los dolores musculares o las lesiones de tejidos. Según Adoración Villarroya, doctora en Medicina y Cirugía y profesora de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud, el frío procura un estado de hibernación de los tejidos, “lo que disminuye las demandas metabólicas y las necesidades de oxígeno, lo que unido a la vasoconstricción, reduce la inflamación de la zona afectada”.

Previene el insomnio

Según los últimos estudios de la Sociedad Española de Sueño (SES), un 95% de la población adulta ha tenido en algún momento de su vida un episodio de insomnio transitorio y entre un 10% y un 15% lo padece de forma crónica. Además de las infusiones de melatonina y unas pautas de vida sana antes de dormir, que incluyen el ejercicio, la alimentación y mantener una rutina a la hora de ir a la cama, algunos expertos aconsejan tomar una ducha ligeramente fría para bajar la temperatura corporal e incrementar la oxigenación que necesita nuestro cerebro para un descanso de calidad.

Combate el estrés

El doctor Nikolai A. Schevchuk asegura que los baños fríos combaten la depresión ya que emiten impulsos eléctricos que activan las beta-endorfinas y la noradrenalina del cerebro, una hormona del sistema nervioso central y periférico que aumenta la presión arterial, el ritmo cardíaco y que actúa como un neurotransmisor. Por otra parte, el agua fría inhibe la liberación de la hormona cortisol, por lo que una buena ducha en la que se termine con unos segundos de agua fría reducirán el nivel de estrés y la ansiedad, dos de los mayores causantes de enfermedades en el mundo según la OMS.

Previene los resfriados

Un estudio publicado por Journal of Sports Medicine confirmó que el sistema inmune se activa con las duchas de agua fría de manera continuada, beneficiando el estado fisiológico de los individuos. En el ensayo, los sujetos de la muestra se ducharon con agua fría tres veces por semana durante mes y medio, produciéndose un aumento significativo de monocitos (glóbulos blancos), linfocitos (leucocitos) y plasma.

Favorece la pérdida de peso

No es la primera vez que relacionamos frío con la bajada de la báscula. Al igual que sucede con la práctica de deportes al aire libre en invierno, ducharse o bañarse con agua fría hace que el organismo, para contrarrestar esa pérdida de calor, genere más energía para recuperar la temperatura, por lo que se produce una pérdida de grasa marrón. Un estudio canadiense publicado en 2012 confirmó la reducción de grasa parda 15 veces más en aquellas personas que se duchaban a baja temperatura.

La doctora Villarroya recuerda que los baños fríos aplicados en los brazos tienen un efecto sedante disminuyendo la frecuencia cardíaca y están indicados en trastornos nerviosos y funcionales del corazón. En cuanto a los baños fríos en las extremidades, la especialista señala que se recomiendan para las congestiones de la cabeza, cansancio de pies y estreñimiento, mientras que los de asiento, en casos de hemorroides, congestiones del bajo vientre y estreñimiento crónico.