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Era previsible que el mes de febrero iba a convertirse en el más cálido y seco de la historia en España. Semana tras semana, con el predominio del anticiclón sobre nuestras cabezas, la anomalía de las temperaturas se disparaba y las pocas nubes que se registraron casi no amenazaron con precipitar. Con ello, no es sorprendente que se haya registrado una temperatura media 3ºC más de lo normal para la fecha, respecto al periodo 1981-2010. ¿Qué supone esto en nuestro país?
Todos esperábamos impacientes el balance elaborado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) sobre febrero, el que se entiende como el "mes loco" en el panorama meteorológico. Sin embargo, nadie esperaba que las cifras fueran a ser tan desorbitadas. Desde 1990 no se registraba una media tan alta. De hecho, hemos tenido que llegar a 2020 para igualarlo. Entonces, ¿por qué ha sido el más cálido?
Aunque hayamos registrado la misma media en el mercurio que hace 30 años, los termómetros máximos han sido más altas durante este febrero en más de 35 observatorios de la Península, especialmente entre los cuatro primeros días del mes y entre las jornadas del 21 al 25. Como se puede ver en el mapa del informe, no hubo ningún rincón de España que se librara de la anomalía.
Aunque la peor parte se la llevaron, eso sí, ambos archipiélagos. "En Baleares fue muy cálido, y en Canarias muy cálido o extremadamente cálido", según indica el balance de la Aemet. Las temperaturas máximas diarias estuvieron hasta casi 4ºC más de lo normal, mientras que las mínimas fueron casi 2ºC más elevadas.
Si durante el mes de febrero las temperaturas impactaron, no iban a ser lo que más. Día tras día, los agricultores esperaban ansiosos la llegada de lluvias, de igual forma que nuestros embalses. No obstante, casi no se registró ningún fenómeno adverso.
De hecho, solo llovió un 17% de lo que se espera para la fecha. Con la información disponible, febrero 2020 ha resultado ser el febrero más seco desde 1965, seguido de los años 1997, 2000 y 1990, todos ellos con una precipitación mensual inferior a 15 litros/m(2). Según indica el mapa, el porcentaje de lluvias no superó ni el 0% de forma generalizada.
Una razón que lo explica se centra sobre todo en que fue un mes sin casi inestabilidad atmosférica. No hubo ningún episodio destacado por intensidad de lluvias: solo tres borrascas nombradas por alto impacto –Ciara, Dennis e Inés- afectaron a España, con más mala mar que precipitaciones.
El paraguas se quedó cogiendo polvo en la mayor parte del país, donde el 72% de los observatorios principales no se registró acumulación mayor a los 5 litros/m(2), es decir, sin mayor importancia. Solo en el 16% de ellos se superó los 10 litros/m(2), la mayoría de ellos situados más al noroeste.
El número de días de niebla, por el contrario, y como consecuencia de la persistencia de las altas presiones, superó el valor normal en más del 60% de los observatorios, con diferencias más notables en Galicia, Guipúzcoa, Madrid y ambas mesetas, e incluso en Ceuta y Melilla.
Estos registros de récord tienen un impacto directo en la capacidad de nuestros embalses. Empezamos febrero con nuestras cuencas más liberadas, con casi 3 puntos más de lo normal. Sus registros se encontraban entorno al 60%, sin embargo, en estos momentos, no supera el 58%, según informa embalses.net.