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Las nevadas se producen en altitudes mucho más elevadas este jueves después de unos días muy invernales. Las lluvias, en cambio, se van repartiendo con el paso de las horas, y el viento y las olas complican la estabilidad de árboles, tendidos eléctricos, embarcaciones. Tras el paso fugaz aunque intenso de la borrasca Ernest, que seguramente no será la última del 2020, varios frentes llegan por el Atlántico y van a poner en riesgo a media España al menos hasta el sábado.
El mayor peligro a esta hora son las lluvias en el entorno de los ríos, dado que a ellas se unirá el agua procedente del deshielo de nieve y hielo. Tras días de frío helador, los termómetros están sumando hasta 10 grados de golpe por el día y la noche. Lo hacen porque la masa de aire polar se ha retirado ya empujada por otra mucho más cálida, que nos trae un flujo del oeste y noroeste templado para la fecha.
Este viento de oeste-noroeste soplará con intensidad, avisa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), podrá superar los 90 kilómetros por hora en buena parte de la mitad norte y este peninsulares el jueves, extendiéndose el viernes a prácticamente todo el interior. Las ráfagas más intensas, de hasta 120-130 km/hora, se darán en zonas montañosas, con mayor probabilidad en “Valle del Almanzora y Los Vélez-Almería”, en aviso naranja (nivel medio que indica riesgo importante).
El oleaje irá a más progresivamente hasta el sábado, cuando irá amainando. Las olas alcanzarán los 4 metros en el litoral mediterráneo y Baleares, y la mar combinada afectada a la fachada atlántica gallega y el área cantábrica. "No ponga en riesgo su vida ante las imágenes espectaculares del fuerte oleaje", ha alertado Protección Civil y Emergencias.
Tras un jueves y viernes de lluvias generalizadas (aunque en general poco cuantiosas), el sábado las precipitaciones irán a menos. Será de cara al domingo, no obstante, cuando el sol será ya la tónica general en España.
En las Rías Baixas gallegas, no obstante, todavía es bastante probable que las lluvias marquen la jornada, y el viento está garantizado sobre todo en zonas de costa. Será, eso sí, menos intenso que en días anteriores. Asimismo, cabe esperar que las nubes tapen los cielos de las cordilleras de la mitad norte peninsular y la meseta, llegando también a los alrededores de Pirineos de manera puntual.
Volverán las nieblas al Duero y las temperaturas subirán ligeramente.
Será de cara a la madrugada del lunes cuando los cambios lleguen por el noroeste. Una potente borrasca se irá acercando a Escocia y al menos uno de sus frentes agitará la atmósfera en la Península. De cara al martes-miércoles, un nuevo centro de bajas presiones podría acercarse a Galicia con viento muy agresivo y precipitaciones torrenciales, aunque el pronóstico podría cambiar. Las nevadas podrían reaparecer en nuestras sierras de manera puntual a partir de entonces.
*Temperatura y geopotencial a 500 hPa previsto por el modelo ECMWF / Tropical Tidbits / Giphy
Por ahora, toca extremar la precaución especialmente el viernes, cuando las rachas más fuertes de viento podrán sorprendernos casi en cualquier punto de la Península.