Por si planeas huir: los 5 lugares más fresquitos para pasar el verano en España

eltiempohoy.es 08/07/2018 08:10

Islas Cíes y Ons, el oasis del tiempo medio

La capital gallega es un oasis para los turistas que quieran escapar del calor. Santiago de Compostela es una de las pocas ciudades donde los 30 (y, por supuesto, los 40) son un espejismo. Y es que la temperatura media en los días de más calor oscila entre los 20 y los 27, como mucho.

El Atlántico favorece un clima húmedo y suave. A pocos kilómetros de Santiago podrás disfrutar de tiempo fresco al borde del mar, que garantiza un verano suave y, a menudo, con la presencia de cielos tapados y lluvias.

Y si quieres playa, solo tienes que comprar un billete para las Cíes o isla de Ons. Este bello archipiélago gallego esta bañado por unas aguas atlánticas cuya temperatura no sube de los 15 grados. Las Rías Baixas pueden acercarse a los 30 grados pero lo hacen de forma muy puntual y siempre con una brisa fresca que aleja cualquier aviso por calor. Las noches son húmedas, a menudo cubiertas por la niebla e ideales para dormir a pierna suelta en plena naturaleza.

Isaba (Navarra), para taparte por la noche

Para los amantes del turismo rural y del arte, esta es una apuesta segura. No en vano, la localidad navarra de Isaba registra temperaturas extremas en invierno. Las máximas en verano no suelen llegar a los 25 grados y las noches son incluso frías con una media de 11,6 grados. Pueden caer incluso más. Como curiosidad, es aquí donde se registra la temperatura media mínima más baja de los veranos españoles.

Además, la proximidad del Cantábrico se hace notar y esa humedad se traduce en más nubosidad y pocos días de cielos completamente azules y calurosos. Sudadera e, incluso, chaqueta en las noches de verano en esta preciosa localidad del valle del Roncal enclavada en el Pirineo occidental.

Griegos (Teruel)

Nada tiene que ver con la Grecia Clásica ni con el verano severo que padecen los griegos. Este pequeño pueblo turolense es perfecto para alejarse del éxodo multitudinario que invade las playas españolas. Griegos se sitúa a una altitud de 1.600 metros sobre el nivel del mar. De hecho, es el núcleo de población más alto de toda España. Si bien nos puede sorprender algún día de calor, esto no es lo habitual.

Las máximas no alcanzan los 30 grados, más bien se aproximan a los 20. Y, lo mejor, ¡las noches! Las temperaturas mínimas pueden caer hasta los cero grados. Esto suele suceder a finales de agosto cuando las noches ya son más largas y el verano empieza a tocar a su fin. De una u otra manera, las mínimas caen de los 10 grados y el abrigo debe estar incluido en tu outfit de vacaciones en Griegos.

Ezcaray (La Rioja), el microclima feliz

La Sierra de la Demanda es un paraíso natural en cualquier época del año, pero el verano es otro oasis para alejarse del calor. El microclima del que disfrutan en este enclave riojano y fronterizo con Burgos es todavía un tesoro por descubrir.

A pocos kilómetros de la estación de esquí de Valdezcaray, las temperaturas son siempre suaves de día, entre los 20 y los 25 grados de máxima en los días de calor extremo, y noches de manta y edredón con valores que caen de los 10 grados. El río Oja suaviza los calores del verano y los bosques de haya moderan la temperatura a cualquier hora del día.

Puebla de Lillo (León), la vida cerca del lago

La Cordillera Cantábrica es siempre una apuesta segura no solo porque los días de verano no se limitan a sol y calor, ya que a menudo los cielos azules se intercalan con otros de lluvias o cielos con intervalos nubosos.

Puebla de Lillo es un buen ejemplo de veranos frescos y cortos en plena naturaleza. Contribuye también la altitud a la que se encuentra el pueblo, muy cerca del Puerto de San Isidro.

La temperatura media en verano es de tan solo 12,3 grados lo cual no impide que los más valientes se den un buen chapuzón en las aguas del deshielo de las cumbres leonesas. Estos lagos glaciares dan fe de que el calor ni siquiera es capaz de hacer de las suyas en plena canícula. Para los más valientes, ¿quién se atreve a darse un baño en el lago Ausente?