El granizo, del tamaño de un garbanzo, dejó carreteras y campos enteros de cebada, trigo, maíz, alfalfa y guisante verde llenos de blanco como si hubiese nevado, pero no es fácil cuantificar cómo de fuertes han sido las pérdidas. Este jueves, a la luz del día y con buena parte del granizo disipado, se podrán hacer mejores estimaciones, pero algunos agricultores son optimistas: según explican a Heraldo, al encontrarse en una fase inicial, "algunos cultivos podrán recuperarse".
Estas han sido las imágenes de las granizadas más fuertes, que han tenido lugar en Perdiguera (Zaragoza), Larués (Huesca), Lerín (Navarra) y Carrascal (Zamora).