La jornada de este martes 20 de marzo da la bienvenida a la estación más floral a las 17:15 hora oficial peninsular, pero ha amanecido con importantes avisos por nieve, lluvias y viento. Es decir, un comienzo más lluvioso e invernal de lo habitual.
Esta situación se pronuncia especialmente en la fachada oeste de la península, pero no debe cundir el pánico. Se espera que sólo durante el mes de marzo nos encontremos con esta situación, debido a las olas de frío. Por lo que los dos meses restantes de esta estación, abril y mayo, presentarán un tiempo más habitual a otros años.
*Imagen: Probabilidad de precipitaciones en esta primavera / Fuente: AEMET
¿De dónde venimos? ¿Cómo ha sido el invierno?
Hemos vivido uno de los inviernos más anómalos de los últimos años, comenzando con el diciembre más cálido de los últimos 50 años y una península marcada por fuertes sequías. Enero nos permitió disfrutar de temperaturas por encima de los 20 grados, algo también fuera de lo común. Y el colofón, esta vez sí invernal, llegó en febrero, un mes marcado por la entrada de borrascas con abundantes lluvias, que han seguido en marzo y nos han permitido ir llenando los embalses, que lo estaban pasando mal por la sequía.
¿Y la primavera? Más cálida y seca
No obstante, la primavera 2018 se recuperará. Este año podrá ser definida como más cálida y seca, por lo que dará un giro radical a lo que va a vivir en sus inicios. La temperatura habitual en esta estación en nuestra península ronda los 13-14 grados, con precipitaciones escasas que se hacen algo más frecuentes en el norte del país.
Sin embargo, esta primavera será más cálida de lo normal, contando con 1 o 2 grados por encima, sobre todo en el mediterráneo y en el Archipiélago Balear. Pero, también será caracterizada por una sequía, que nos dejara escasas precipitaciones, especialmente en el sur de la península, en el centro y en Baleares.
*Imagen: Probabilidad de temperaturas en esta primavera / Fuente: AEMET
Una estación, que pese a su comienzo pasado por el agua, el frío y la nieve, se podrá definir como seca y cálida. Algo que empeorará de nuevo la situación de embalses y ríos de nuestro país. Si bien, nos dará un respiro de este último sprint invernal que estamos arrastrando.