Qué es el índice NAO: la 'bola de cristal' de los meteorólogos que apenas se conoce

Cristina Abel 16/02/2019 10:39

La Oscilación del Atlántico Norte es un fenómeno que consiste en la fluctuación de la masa atmosférica situada entre la zona de altas presiones subtropicales de las Azores y la baja polar en la cuenca del Atlántico Norte. Su influencia en la variabilidad del clima invernal se extiende por Europa, América Central y el norte de Asia, pero al igual que sucede con El Niño (FEN) en el Pacífico oriental, su influjo puede llegar a todo el planeta.

El físico, climatólogo y meteorólogo británico Gilbert Thomas Walker fue el primero en publicar las primeras descripciones de las oscilaciones de la presión atmosférica en el océano Pacífico y su conexión con las temperaturas y lluvias en las regiones tropicales de la Tierra, tras estudiar durante años las características del monzón de la India.

De Islandia a las Azores

Igual que Walker se encargó hace siglos de tomar buena nota de esos cambios, los meteorólogos cuentan con fórmulas que permiten conocer cómo influyen esos movimientos de presiones en la climatología, y uno de los más utilizados por los expertos es el índice NAO, que analiza los cambios que se producen entre el sistema de baja presión permanente que caracteriza Islandia, en la estación de Stykkisholmur, y el de altas de las islas Azores, en este caso Ponta Delgada.

Dos fases distintas

Si ambas presiones se mantienen de manera constante, la fuerza y la dirección de los vientos del oeste que llegan al Viejo Continente se mantendrán controlados. Sin embargo, la posición y la fuerza de ambos sistemas de presión pueden variar manifestándose dos fases distintas. Si la diferencia entre las dos estaciones es muy grande, es decir, el anticiclón de las Azores tiene un centro de presión más alto y la depresión polar es profunda, estamos ante un índice anual alto (NAO+), que provoca un aumento de los vientos del oeste, dando lugar a inviernos más cálidos y húmedos en el norte de Europa y secos en el sur. En cambio, si esa diferencia es baja (NAO-), el centro de las Azores se debilita y se suaviza la depresión polar, los vientos del oeste desaparecen, dando lugar a inviernos más fríos y tormentosos en el norte de África y el sur de Europa.

Según varios estudios, la NAO es determinante en la variabilidad del tiempo en toda la región del Atlántico norte entre los meses de noviembre a abril, afectando no solo a la dirección y fuerza de los vientos, también al grado de humedad, la temperatura y la intensidad de las tormentas. Un informe del Instituto Universitario de Geografía de la Universidad de Alicante publicado en 2001 concluyó la gran influencia del índice NAO en las precipitaciones en el centro y sureste de la península ibérica entre los meses de octubre y marzo

Consecuencias de la ruptura del vórtice polar

Los físicos y meteorólogos han constatado una enorme correlación entre la NAO y la Oscilación Ártica (AO), así como que ambas son las primeras en percibir los cambios que el calentamiento súbito estratosférico (Sudden Stratospheric Warming, SSW) provoca en el vórtice polar, el ciclón persistente a gran escala cerca de las zonas polares terrestres, que el pasado mes de enero se rompió en tres partes. Ambos pasan de una fase positiva a negativa, es decir, de un escenario en el que predomina el anticiclón pasamos a otra en la que se imponen las borrascas y los vientos que contienen el vórtice.

Al debilitarse permiten que el aire frío descienda hacia el sur, como sucedió el pasado año con la ‘bestia del este’, un frente muy frío procedente de Siberia que puso en alerta a Europa y que causó varios muertos por las bajísimas temperaturas, o como el acaecido hace unas semanas que afectó a casi todo el hemisferio norte, de manera especial a Estados Unidos congelando tres cuartas partes del país.

En estos momentos, el índice NAO, tras atravesar una fase positiva desde mediados de enero, se tornará negativa a partir de este sábado, por lo que es muy probable que, si no aparecen otros condicionantes meteorológicos, las borrascas vuelvan a aposentarse en la península ibérica.