¿Resistiendo al primer frío sin encender la calefacción? Consejos para ganar calorcito

Por Nica Cero 05/11/2016 12:47

Un buen aislamiento es fundamental

Como medida preventiva, los materiales de construcción de una vivienda son una pieza clave para mantener el calor y, a largo plazo, ahorrarnos mucho dinero. Así lo destaca Norberto Beirak, arquitecto y colegiado del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), que explica que "conviene que las paredes sean de doble hoja con cámara de aire y material aislante térmico intermedio, lo que mejora el aislamiento y evita el efecto de 'pared fría' dentro de la casa".

Hay que tener en cuenta "los bordes de los forjados y los vuelos de balcones", señala el arquitecto, puesto que "por allí se cuela el frío y deben protegerse o aislarse", añade.

La piedra, un buen aliado

"En general, se puede decir que los materiales aislantes –arcilla, madera…– son mejores que los no aislantes. Pero, a veces, conviene emplear un material con mucha capacidad de acumular calor, como la piedra, en el interior de un espacio bien asoleado, que devuelva ese calor solar gratuito por las noches evitando que se tenga que poner en marcha la calefacción", asegura Beirak.

Soluciones en tejados, suelos y ventanas

Para que no se nos escape el calor por el tejado "debe incorporar siempre materiales aislantes, tanto si son cubiertas planas o inclinadas, además sirven para la impermeabilización", explica el arquitecto.

El suelo constituye una de las superficies más importantes de las casas. Por ello, "los buenos materiales aislantes son aconsejables también en las plantas bajas, en contacto con el exterior y con el terreno, y singularmente la madera. También las superficies alfombradas evitan el efecto de piso frío", aconseja Beirak.

Y por otro lado, si tenemos en cuenta las ventanas, el arquitecto sugiere que "los cercos de las carpinterías tengan rotura de puente térmico; es decir, que estén formados por dos piezas, una interior y otra exterior, unidas por material rígido aislante". En cuanto a materiales, propone la madera o el PVC y que los cristales sean dobles con cámara de aire, "evitando así la entrada de frío y humedad y moho y goteo en la cara interior", explica.

También hemos de tener en cuenta la ubicación de las ventanas, la orientación de la fachada y la latitud geográfica de la vivienda. "Grandes ventanales al oeste permiten captar gratuitamente el calor del sol de las tardes invernales –a costa de padecerlo en las tardes de verano–; ventanas al norte, en cambio, no aportan calor", afirma el arquitecto.

La importancia del color

Como es sabido, los colores claros reflejan más la energía de la luz, mientras que los negros la absorben más. Lo mismo sucede con los más brillantes, que son más reflectantes, y los opacos, que son menos reflectantes.

Por eso, el arquitecto Norberto Beirak nos revela que "si se trata de una decoración interior, al margen de consideraciones estéticas que pueden desaconsejar el negro, conviene tener en cuenta que un plano de color negro en una habitación soleada durante el día en invierno absorbe energía calórica solar que nos devuelve gratuitamente durante la noche, cuando es más necesaria".

10 trucos para hacer en nuestro día a día

· Una buena ventilación. Ventilar de día, y sobre todo, en las horas cuando la temperatura sea más alta. Sólo son necesarios 10-15 minutos para ventilar una casa completamente. Después disfruta de la entrada del sol por las ventanas, calentará suelos, paredes y muebles. Recuerda, calor gratis.

· Mantén tu casa a 20 grados. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) la temperatura ideal a la que tenemos que poner la calefacción para no pasar frío y no derrochar dinero es de 20 grados. Por cada grado de más, el gasto aumenta en un 7%.

· Cortinas y persianas. Conviene utilizar cortinas diferentes para otoño e invierno y para primavera y verano. La cortina de invierno debe ser gruesa y, si es posible, que esté fabricada con algún tipo de material aislante. Durante las noches de invierno es aconsejable cerrar también las persianas para que no se pierda el calor.

· Divide y vencerás. Cierra cualquier cuarto de la vivienda que no se use. Incluso podrás ahorrar calefacción si las estancias que utilizas en invierno son más pequeñas.

· Las alfombras, aliadas contra el frío. Te ayudarán a evitar la pérdida de calor a través del suelo. Son más cálidas al tacto que la madera o la piedra y ofrecen una superficie más caliente en la que caminar.

· Enciende una vela. Hay que tener cuidado de dónde dejamos encendidas las velas, pero unas velas pueden producir mucho calor. Un calentador de velas de cerámica no produce el mismo calor que una chimenea, pero a pequeña escala crea calor de forma barata.

· Vístete con ropa cálida. Un buen jersey o la curiosa batamanta pueden ser nuestros mejores amigos en estas fechas. El truco de utilizar varias capas, pantuflas y calcetines y taparnos en el sofá con una manta nunca falla si de mantener nuestro cuerpo a una buena temperatura se trata.

· Papel de aluminio detrás de los radiadores. Con un poco de papel de aluminio colocado detrás de los radiadores podremos reflejar más calor en nuestra habitación en lugar de dejar que se escape a través de las paredes.

· Hacer ejercicio. Hacer deporte viene muy bien para la circulación y produce calor debido a que el cuerpo consume energía metabólica y lo transforma en un aumento de temperatura corporal. Con un par de minutos de sentadillas o dominadas dejarás de lado el frío.

· Horno abierto. Si vas a utilizar el horno para cocinar aprovecha la energía que desprende. Tras haber horneado algún suculento plato, deja la puerta abierta y podrás reciclar su calor.

- Aprovecha para pedir abrazos: Y recuerda que, si todo lo demás falla, el calor corporal es una de las mejores fuentes de calor natural y que las noches frías son una gran excusa para conseguir un abrazo calentito.

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