Una tormenta de espuma entierra a un perro en una playa de Australia

  • El perro Hazel quedó enterrado por la espuma en una playa de Byron Bay

  • Una depresión está propiciando tormentas severas en el este de Australia

  • Las lluvias han descargado hasta 400 litros/m2 en NSW y Queensland

La meteorología es capaz de crear escenas que superan a la ficción. Sino que se lo digan a la dueña de Hazel, el perro que ha quedado enterrado este lunes por una marea de espuma en la costa este de Australia. Sí, de espuma. Una tormenta ha dejado imágenes espectaculares en Queensland. Por suerte, Hazel fue encontrado rápidamente.

En Australia es verano, y el calor arrecia. Pero esta semana las tormentas han tomado el mando y los fuertes vientos se han conjugado con el oleaje para dejar estas escenas. Por divertido que pueda sonar una pelea de espuma, estas inundaciones tan curiosas esconden algunos peligros.

En Nueva Gales del Sur y en Queensland la espuma, el barro y los hasta 400 litros por metro cuadrado que han descargado las lluvias en algunas zonas, como ha sido el área de Northern Rivers, han hecho temer a los vecinos por sus casas. En Cape Byron, donde se ha grabado la escena del rescate del perro, las rachas de viento superaron los 100 kilómetros por hora.

Una depresión ha roto la monotonía veraniega

La tensión ha sido provocada por una depresión, que ha perturbado la estabilidad en la costa sureste, y que permanece estacionaria por ahora, aunque se irá desplazando el martes. Por ahora, la oficina de meteorología australiana (BoM, por sus siglas en inglés), avisa del riesgo de ‘flash floods’ (inundaciones repentinas) en el entorno de varios ríos y de erosión costera en el área de Byron Bay.

Los peligros de las inundaciones de espuma

Esta zona de Nueva Gales del Sur ya ha sido afectada por estas inundaciones de espuma otros años, y es de las más conocidas de Australia por los surfistas por las olas que se forman. Aunque generalmente los vecinos se lo toman con humor y a veces incluso juegan con la espuma, lo cierto es que puede esconder riesgos como infecciones o la presencia de serpientes, tan abundantes en la fauna australiana, que resultan invisibles a simple vista.

En España, la borrasca Gloria generó algo similar en enero de 2020 en Girona. El fuerte oleaje y el plancton del agua generaron un río de espuma por las calles de Tossa de Mar.