1. Aislar bien las ventanas y las puertas
Según los expertos, la temperatura ideal para estar en casa es de 19 a 21 grados. Por la noche es conveniente que en los dormitorios el mercurio marque unos grados menos, entre 15 y 17 grados, así conciliaremos mejor el sueño.
Por eso, lo primero que debemos hacer es tener nuestro hogar bien aislado. Si no contamos con unas buenas ventanas o el doble acristalamiento, se aconseja colocar burletes (de plástico) en ventanas y puertas, un método barato para que no se esfume el calor.
2. Ventilar pronto y durante poco tiempo
La mejor hora para ventilar la casa es a primera hora de la mañana, cuando tenemos la calefacción apagada, y hacerlo por poco tiempo, un máximo de 10 minutos serán suficientes para que se ventilen las estancias. En aquellas fachadas en las que dé el sol durante más tiempo, es conveniente subir las persianas y correr las cortinas, para dejar que entre la calidez solar. Eso nos ayudará a caldear nuestro hogar y ahorrar en el recibo.
3. Purgar los radiadores
Muchos usuarios lo desconocen, pero aquellos que cuentan con radiadores de agua en sus casas están obligados purgarlos, para que evitar el aire dentro del sistema de calefacción y lograr una mayor eficiencia de la caldera. La OCU recomienda hacerlo a principios de otoño, además de limpiarlos y evitar colocar muebles o sofás que los tapen y dificulten la expansión de la energía.
4. Revisa la caldera una vez al año
Si la fuente de calor está en perfectas condiciones, tendrás asegurado el calor en tu vivienda, además de obtener un ahorro de hasta un 15%. Es importantísimo contratar un servicio de mantenimiento de la caldera, asimismo, alargarás la actividad de un elemento indispensable cuya sustitución no es precisamente económica.
5. Pon la calefacción cuando estés en casa
Se ha hablado mucho sobre si es aconsejable apagar o mantener encendida la calefacción cuando no estamos en casa y los expertos advierten del gasto innecesario de electricidad y gas cuando estamos fuera de nuestros domicilios.
Además, nos recuerdan que una vivienda no necesita varias horas para calentarse. Lo más efectivo es contar con un termostato programable, con dejarlo preparado una hora antes de tu llegada habitual, será suficiente para sentir esa reconfortante sensación al entrar en el hogar dulce hogar.
6. Cortinas y alfombras oscuras
Si eres de los que gusta de la decoración, aprovecha el invierno para cambiar las cortinas y las alfombras por otras de color más oscuro. Según los expertos, contribuyen a absorber el calor y a subir la temperatura de tu morada.
7. Baja el termostato y ponte una chaqueta
A todos nos encanta tener la casa a 24 grados para ir en manga corta, pero podemos asegurarte que te arrepentirás cuando veas el recibo energético. Si mantienes la temperatura a 21 grados y te pones una chaqueta podrás ahorrarte hasta un 20%.