El verano sigue haciendo historia: ha sido el más caluroso en el Hemisferio Norte

  • Nuestros océanos estuvieron el mes pasado más calientes que nunca

  • El hielo del Ártico se ha visto reducido a la segunda extensión más pequeña registrada nunca

Bajo la sombrilla en la playa o debajo del aire acondicionado quizá no se haya notado, pero este verano ha hecho historia convirtiéndose en el más caluroso que ha registrado nunca el Hemisferio Norte, empatando con el año 2016. Recordemos que junio y julio ya batieron récords a nivel mundial y agosto se situó como el segundo más tórrido que se ha vivido a escala global. ¿Qué efectos tiene en el planeta este aumento de las temperaturas en la época estival?

Las máximas batieron récords en numerosos países de Europa, como también ocurrió a la otra punta del planeta, entre otros, en Alaska, donde las altísimas temperaturas han dado lugar a incendios gravísimos.

Cabe destacar que agosto registró en la mitad norte del globo la segunda temperatura más elevada de los registros (que se recogen desde hace 140 años), coincidiendo con la de 2015 y 2017. La cifra superó en casi un grado (0,9ºC) el promedio del mes del siglo XX, de 15,6ºC. La tendencia es clara: los cinco agosto más calurosos que se han vivido en el Hemisferio Norte han ocurrido desde 2014, ocupando el 2016 el primer puesto hasta ahora.

Segundo invierno más caluroso en el Hemisferio Sur

Al tiempo que aquí vivíamos un verano tórrido, en el Hemisferio Sur el invierno seguía su curso, aunque, eso sí, no como otros años. La estación invernal ha cerrado en la mitad austral del planeta con la segunda temperatura, de media, más alta de todos los registros (desde hace 140 años), quedando 0,95ºC por encima del valor promedio del siglo XX. La lista la sigue encabezando, también allí, el año 2016. Los últimos cinco periodos de junio a agosto son los cinco más cálidos que ha vivido el Hemisferio Sur.

En el caso de África, hablamos de un récord absoluto de temperatura media entre junio y agosto, nunca antes alcanzado en el continente.

Calor en la tierra, y en el mar

El calor se ha sentido en la tierra pero, también, en el mar. La temperatura a escala mundial, en agosto, fue 0,8ºC más alta de lo normal en nuestros océanos, en base al promedio del siglo XX de 16,3ºC. Como lo oyes: el mes pasado el agua de nuestro planeta estaba más caldeada que nunca.

El Ártico se desvanece

El dato más preocupante que deja tanto calor es sin duda la falta de hielo en una de nuestras 'neveras', el Ártico. El derretimiento del Polo Norte lo redujo a una extensión que es la segunda más pequeña registrada nunca, de 3,82 millones de kilómetros cuadrados (recogida el 3 de septiembre).

También en agosto miramos con preocupación al Ártico: el hielo marino fue un 30,1% inferior al promedio del mes, colocándose así justo por detrás de su extensión más baja, que se dio en 2012.