¿Qué son los CDR, la piedra en el zapato de Torra?

Informativos Telecinco 06/10/2018 10:18

Con poco más de un año de vida, en un principio se crearon con el nombre de Comités de Defensa del Referéndum y su objetivo era defender los puntos de votación del 1-0, así como conseguir que los colegios permanecieran abiertos. Sin embargo, el 8 de noviembre de 2017, fecha de la huelga general en respuesta a la aplicación del 155, tomaban su nombre actual. Desde entonces, se han ido radicalizando cada vez más.

En total, hay casi 300 CDR en toda Cataluña. Colectivos sin jerarquía, lo que se traduce en que no tienen líderes, y con autonomía en su territorio. El número de miembros es variable y estos son muy heterogéneos, desde jubilados hasta jóvenes anarquistas, pasando por profesores universitarios o amas de casa. Una estructura opaca que tiene la confidencialidad como punto clave, lo que hace que así les sea más fácil burlar a la justicia.

Su ascenso está inevitablemente unido a la pérdida de popularidad de ANC y Òmnium Cultural. Con el encarcelamiento de sus líderes, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, el 16 de octubre de 2017, estas dos organizaciones comenzaron a estar menos presentes en las movilizaciones. El enfrentamiento con los CDR incluso ha sido directo el 30 de enero, cuando la ANC se desmarcó de ellos por utilizar la violencia.

Su organización comenzó a través de las redes sociales y aplicaciones de mensajería. Tras esto, reuniones en secreto y asambleas que han llegado a paralizar Cataluña. Cortes de carreteras, del AVE, manifestaciones a las puertas del Parlament o amenazas al juez Llanera, sus actuaciones, además, coinciden con los días más importantes para el independentismo.

Sus mayores protestas

Comenzaron el 3 de octubre, dos días después del 1-O, con el corte de varias carreteras y autopistas en Cataluña. Continuaron el 8 de noviembre, con la Huelga General, cuando paralizaron las principales vías de la comunidad autónoma y el AVE en la estación de Sants de Barcelona y en la de Girona, lo que afectó a 160.000 pasajeros, según Adif.

Con el cambio de año, sus protestas no cesaron. El 30 de enero se manifestaron en los alrededores del Parlament en protesta por el aplazamiento del pleno de investidura de Carles Puigdemnt. Durante la concentración consiguieron romper el candado de las puertas de acceso al Parque de la Ciutadella e irrumpieron en el lugar.

El 23 y 25 de febrero continuaron con los enfrentamientos. El primer día se concentraron ante el Palacio de la Justicia de Barcelona para protestar por el encarcelamiento de los políticos catalanes. Dos días después, los CDR convocaron manifestaciones contra Felipe VI. El Rey se encontraba entonces en Barcelona por la celebración del Mobile World Congress.

Con la detención de Puigdemont en Alemania el domingo 25 de marzo, los independentistas más radicales volvían a tomar las calles. Protestas en las calles que terminaron con las principales carreteras de Cataluña cortadas el día 27. Unas 2.000 personas consiguieron incluso cerrar la circulación en la frontera con Francia.

La tensión volvió a las calles de Barcelona el pasado 29 de septiembre, cuando los Mossos d'Esquadra detuvieron a seis personas durante dos manifestaciones, una de los CDR y la otra, de la asociación policial Jusapol. La policía autonómica tuvo que intervenir para que los independentistas no interceptases la manifestación policial. Insultos, amenazas e incluso agresiones que terminaron en una batalla campal entre los Mossos y CDR.

Con la conmemoración del 1-O, y el aliento de Torra, los independentistas más radicales volvieron a las calles e intentaron acceder a una comisaría de la Policía Nacional y al Parlament de Cataluña. Unas acciones con las que queda claro que van a seguir apretando, tal y como les pidió Torra.