Un astrofísico español avanza la hora exacta a la que el cohete chino atravesará la atmósfera terrestre

  • El divulgador Juan Ángel Vaquerizo explica nuevos detalles del cohete

  • Los mayores fragmentos pueden ser como "una nevera o una lavadora"

  • Se calcula que hay miles de toneladas de escombros en el espacio

El Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE) del Ejército del Aire está realizando el seguimiento de la trayectoria del núcleo central del cohete chino Long March 5B, también conocido como CZ-5B. Según ha destacado el Ministerio de Defensa, el cohete fue lanzado el pasado 29 de abril, y se espera la reentrada del módulo CZ-5B en algún momento entre el sábado 8 y el domingo 9 de mayo.

"El COVE realizará un seguimiento específico hasta el momento de la reentrada, comprobando si el evento puede afectar a territorio nacional a fin de proporcionar el oportuno conocimiento de la situación a través de los canales operativos establecidos", según ha informado el Ejército del Aire.

En este sentido, la institución ha señalado que, una vez el objeto descienda por debajo de unos 80 kilómetros de altura, el rozamiento con las capas más altas de la atmósfera provocará "que la mayor parte del lanzador se desintegre durante la reentrada, siendo solo una pequeña parte de la estructura la que podría llegar a impactar sobre la superficie terrestre".

Ante la inquietud, el divulgador del Centro de Astrobiología de Torrejón de Ardoz, Juan Ángel Vaquerizo, ha ofrecido nuevos detalles sobre la reentrada del cohete, en declaraciones a Cuatro al día. Según el especialista, todo apunta a que el artefacto, de más de 30 metros de longitud y 20 toneladas de peso, reentrará en la atmósfera de esta próxima madrugada.

"La hora prevista de reentrada está en torno a las 03 horas de esta próxima madrugada"

"Los seguimientos que se están haciendo del objeto están intentando determinar con la mayor precisión posible el momento de la reentrada, que será el momento a partir del cual se podrá hacer la estimación de dónde caerían los fragmentos. Ahora mismo, la hora prevista de reentrada está en torno a las 03 horas de esta próxima madrugada. En principio, se va a intentar acotar lo mayor posible tanto el momento como el lugar del impacto", ha detallado Vaquerizo.

La zona de riesgo de escombros actual incluye cualquier porción de la superficie de la Tierra entre aproximadamente las latitudes 41.5 norte y 41.5 sur. Esto incluye, por ejemplo, y en lo que respecta a los estados miembros de la Estación Espacial Europea, ESA, partes de España, Italia, Grecia y Portugal, así como los estados cooperantes Malta y Chipre. Estamos ante una lotería, el objeto cambia en cada instante: cada 90 minutos el cohete da un giro sobre el planeta.

"Es muy difícil de determinar qué fragmentos van a caer": pueden ser como una "nevera o lavadora", según el experto

"Es muy difícil de determinar qué fragmentos van a caer y de qué tamaño, precisamente porque la reentrada se está produciendo de manera descontrolada. Eso significa que el objeto está girando de forma descontrolada y que, cuando haga la reentrada, la desintegración se va a producir de una forma que no vamos a poder prever, dando como resultado escombros que pueden tener tamaños variables. Los mayores fragmentos pueden ser del orden de una nevera o una lavadora", ha advertido el experto.

"Evidentemente, también a la velocidad a la que pueden caer esos fragmentos puede ser peligroso. Estamos hablando de unos 200 kilómetros por hora en su impacto. No obstante, lo normal es que la caída, aunque sean fragmentos grandes, se produzca en los océanos", añade Vaquerizo, quien subraya que las opciones de que caigan escombros en una zona habitada son remotas.

Basura espacial y miles de escombros en órbita

Este evento puede servir de precedente para el futuro. Se calcula que hay miles de toneladas de escombros en el espacio y muchos se preguntan qué va a ocurrir con toda esa basura espacial que estamos generando.

"Lo que se hace es intentar controlar cuáles son las localizaciones -de esa basura espacial-. Los tamaños son muy variables, algunos son fragmentos desprendidos y otros son directamente satélites sin uso. Se está planificando, a nivel de agencias espaciales, hacer un censo de todos esos objetos y después plantear incluso lo que serían misiones de recuperación de escombros, ya en el espacio. Es decir, tomar la iniciativa para recoger esos escombros en órbita y traerlos de manera segura a la Tierra", ha concluido. Habrá que esperar a la información de las autoridades para saber más.