Las conexiones de Vox con Trump: Bannon, un exasesor de Aznar y sedes en Florida, Texas y Nueva York

  • El ideólogo de Vox, Rafael Bardají, emula a Trump y denuncia "fraude electoral" en las elecciones de Estados Unidos

  • Abascal pasa de jalear una victoria de Trump, al silencio

Santiago Abascal se plantó ante el Tribunal Constitucional el viernes para exigir la suspensión cautelar del estado alarma y allí una periodista le preguntó por Donald Trump y la que está liando con las elecciones en Estados Unidos. El presidente de Vox, que el día después de los comicios norteamericanos proclamaba que “Trump puede sentirse ganador por seguir en pie contra todos”, se negaba ahora a contestar porque su misión de ese día era “denunciar el robo de la democracia”. Sólo unas horas antes, desde la Casa Blanca, Trump había utilizado esas mismas palabras: “Están intentando robar las elecciones”, para alertar sin una sola prueba de un fraude electoral masivo.

No es la primera que Abascal, el mejor embajador del ‘trumpismo’ en España, calca el discurso del todavía presidente de Estados Unidos y copia argumentos, enemigos y teorías de la conspiración.

Vox bebe del 'trumpismo'. Del "virus chino" a Soros, pasando por los eslóganes compartidos 'Make America Great Again" y la versión patria de Vox "Hacer a España grande otra vez"

El “virus chino” acuñado por el todavía presidente de los Estados Unidos y abrazado con entusiasmo por Abascal, -recuerden su discurso en la moción de censura contra Sánchez-. El hostigamiento al doctor Fauci (epidemiólogo jefe del país norteamericano) al que Trump llamó “idiota”, y su versión española, el doctor Fernando Simón, al que Vox califica de “psicópata” y “criminal”. La obsesión común con el magnate George Soros, el “enemigo declarado de las fronteras europeas, del presidente norteamericano y de Israel”, en palabras del líder de Vox. La inmigración, los terroristas ‘antifa’, la OMS, los eslóganes compartidos ‘Make America great again’ y su traducción hispana “Hacer España grande otra vez”, con la que Vox llenó su primer Vistalegr. Hasta imitaron la idea de construir “un muro infranqueable” en Ceuta y Melilla a imagen y semejanza del muro prometido por Trump.

El ala atlantista de Vox

En marzo de este año Santiago Abascal, su vicesecretario de relaciones internacionales, Iván Espinosa de los Monteros, y el eurodiputado Hermann Tertsch, se marcharon de gira a Estados Unidos. En Washington asistieron al discurso de clausura de Donald Trump en la ‘Conferencia de Acción Política Conservadora’, el cónclave que reúne al movimiento conservador desde hace más de 40 años. Allí los dirigentes de Vox tomaron contacto con la administración Trump. Se reunieron con legisladores en el Capitolio como Ron Johnson, presidente del Comité se Seguridad Nacional, con el senador republicano Ted Cruz, con altos funcionarios del Departamento de Estado y con algunos de los más influyentes ‘think tanks’ conservadores del país.

Abascal proclamó entonces su “gran respeto” por Trump. “No nos identificamos con todas las propuestas de Trump, no coincidimos en todo, pero hay cosas en las que sí, como la defensa de la nación y el control de fronteras”, declaraba al corresponsal de ABC en Washington.

La formación de extrema derecha ha levantado sedes en Nueva York, Texas y Florida desde donde han tejido una importante red de apoyos republicanos. El responsable de la oficina de Nueva York es Juan Antón Arespacochaga, nieto del último alcalde franquista de Madrid, y que presume de “enviar fotos de abortos” al gobernador del estado.

“No acercarnos a Trump, el hombre más poderoso del mundo, sería de idiotas”, ha reconocido en alguna entrevista el líder neoyorquino de Vox.

La abogada María Herrera está al frente de la sede de Miami y es la encargada de canalizar las donaciones a Vox de la importante colonia de exiliados cubanos y venezolanos en Florida. “Existe una total sintonía de Vox con el partido republicano estadounidense, especialmente con sus líderes y militantes de origen hispano”, admite.

La congresista María Elvira Salazar (amiga de la presidenta de Vox en Madrid, Rocío Monasterio) o la senadora Ileana García son la prueba de esa estrecha conexión. Esta semana Espinosa de los Monteros, de viaje por los Estados Unidos para seguir de primera mano las elecciones, presumía en su cuenta de twitter de su buena relación. “Felicitaciones a la nueva y más votada senadora por Florida, Ileana García”, era el mensaje que colgaba junto a una foto de ambos.

Bardají: el nexo con Steve Banon

Rafael Bardají es el Darth Vader de Vox. Así aparece al menos en su foto de perfil de twitter. Exasesor de José María Aznar y de los ministros de Defensa Eduardo Serra, Federico Trillo y Pedro Morenés, hace gala de haberse pasado “al lado oscuro de la fuerza”. Quizá porque forma parte del núcleo duro de Abascal y tiene una fuerte influencia sobre él.

Sociólogo, politólogo y con buenos contactos en la administración Trump, presume de amistad con Jared Kushner, el marido de Ivanka Trump. Bardají es el nexo de unión que conecta a Steve Bannon con Vox. Bannon, vinculado a la extrema derecha norteamericana, es uno de los hombres clave y más polémicos de la Casa Blanca hasta que fue despedido en 2017. Artífice del ‘America First’ (también copiado por Vox con su ‘España primero’) con el que Trump se hizo con el despacho oval en 2016, mentor ideológico del nacionalismo populista (del que también bebe la formación de Abascal), e inventor del ‘trumpismo’. Eran sus días de ‘vino y rosas’. Luego vino la caída. Una detención por defraudar cientos de miles de dólares para el muro de Trump, una gira por Europa para vender sus servicios a partidos de ultraderecha, desde Marine Le Pen en Francia al partido posfascista italiano, Hermanos de Italia, y lo último de esta semana. Que You Tube le suspenda su programa por pedir “colgar la cabeza de Fauci (el doctor Simón norteamericano) en una pica”.

Bardají fichó a Bannon en abril de 2018. “Stephen Bannon, el artífice de la victoria de Trump, entra de lleno en la campaña de Vox: Se mantendrán reuniones de trabajo para establecer estrategia contra la propaganda separatista fuera de España y reducir al máximo su apoyo internacional”, relataba entonces la cuenta oficial de Vox en twitter. Siete meses después Vox irrumpía de lleno en el panorama político nacional al conseguir 12 diputados en las elecciones andaluzas y convertirse en la llave para liquidar cuarenta años de gobiernos socialistas en Andalucía.

Desde su tribuna en el periódico de Vox, La Gaceta de la Iberosfera, Bardají alienta las teorías conspiranoicas de “fraude electoral” en las elecciones norteamericanas. Eso sí, como Trump, sin pruebas. "Pase lo que pase, y quiero creer que (Trump) seguirá ocupando la Casa Blanca a pesar de las tentaciones de fraude electoral, también ha quedado claro que la resistencia del establishment, de la ciénaga, sigue siendo impresionante. Si revalida su mandato, Trump debe poner toda su energía en doblegar todas esas fuerzas que actúan antidemocráticamente", aseguraba Bardají en un artículo publicado en periódico de Vox.

Desde que el recuento electoral se torció, Santiago Abascal no ha vuelto a jalear a Trump. Puede que el magnate haya perdido las elecciones, pero su herencia, el 'trumpismo' le sobrevivirá. En España también.