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Isabel Díaz Ayuso preside la Comunidad de Madrid desde agosto de 2019. Veinte meses en los que la dirigente del Partido Popular, asesorada por el que fue mano derecha de José María Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, ha apostado el enfrentamiento con el gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez, lo que ha dado un sinfín de momentazos amplificados por su presencia en las redes sociales.
Ayuso es conocida por no renunciar a una buena pelea o una buena entrevista en los medios de comunicación. La última que ha protagonizados antes de la convocatoria de elecciones o las mociones de censura, la justicia decidirá, ha sido inaugurando el nuevo programa de María Teresa Campos, 'La Campos móvil' en Telecinco.
Se trata de un periplo a bordo de un camión-plató completamente transparente, en constante movimiento y a la vista de todos, en el que, sin embargo, sus ocupantes logran alcanzar la complicidad necesaria para compartir vivencias, rescatar recuerdos y valorar e interpretar temas de relevancia para el ciudadano.
Entre todas sus imágenes públicas, quizás la más impactante es la que protagonizó en la portada del diario El Mundo. Lorquiana y doliente, Ayuso apareció sin maquillar y en una pose que rápidamente fue carne de meme. Tampoco quedó claro que fuera una buena apuesta de comunicación.
La gestión de la pandemia de covid-19 ha sido el principal caballo de batalla entre la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Sanidad. La compra de material sanitario, las medidas de confinamiento o restricción han estado en el origen de muchas polémicas. Una de las más sonada fue el hospital 'milagro' de Ifema que Ayuso enarboló como bandera de su buena gestión.
Pero cuando en mayo el país salió del confinamiento del primer estado de alarma, la presidenta madrileña quiso tener un gesto con los sanitarios que habían estado en primera línea de fuego luchando contra la enfermedad y por eso visitó las instalaciones del hospital de campaña de Ifema antes de su clausura.
El problema vino en el momento de la despedida cuando Ayuso aceptó fotografiarse rodeada de muchos de los sanitarios que trabajaban en los recintos feriales, algo que rompió todas las medidas de seguridad establecidas para evitar los contagios.
Su empuje fue aprovechado por un asesor de su partido para presentarla como la Agustina de Aragón madrileña. Al pie de un cañón y rodeada de muertos, su imagen sirvió para felicitar a los madrileños por las fiestas navideñas.
Los usuarios no han tardado en señalar que la imagen no es la más apropiada para los tiempos que vivimos: la presidenta rodeada de cadáveres en plena pandemia. Una mala elección para unos que se ha convertido en una metáfora de la pésima gestión del coronavirus de Ayuso, para otros. Sin duda un montaje que no ha pasado desapercibido y que ha recibido decenas de respuestas.
Pedro Sánchez aceptó el reto lanzado por Isabel Díaz Ayuso que se quejaba de la falta de respuesta del presidente del Gobierno a sus demandas de una reunión para hablar sobre la pandemia en la Comunidad de Madrid.
El encuentro tuvo lugar el 21 de septiembre de 2020 en la Real Casa de Correos, la sede de la Presidencia en pleno kilómetro cero de la Puerta del Sol. Allí, en medio de un elaborado protocolo, Ayuso obligó a fotografiarse a Sánchez frente a un escenario con 24 banderas, 12 de España y otras tantas de la región.
Si Greta Thunberg escuchara las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso seguro que tendría algo que decir, igual que Agencia Europea de Medio Ambiente, quien afirma que la polución en España causa 20 veces más muertos que los accidentes de tráfico, pero Ayuso sigue a lo suyo.
Díaz Ayuso, ha asegurado en una entrevista que "nadie ha muerto" por contaminación atmosférica Al ser preguntada acerca de las medidas medioambientales que pondrá en marcha el Ayuntamiento de Madrid en 2020, Ayuso ha sido tajante: “No quiero que se genere una alarma de salud pública porque no la hay. Madrid es una de las ciudades con mayor longevidad del mundo y con uno de los mejores sistema de transporte” ha argumentado.
Bien es sabido que Ayuso no rehúye nunca un buen enfrentamiento dialéctico con sus rivales, especialmente si son de izquierdas. Las algaradas callejeras en protesta por en encarcelamiento del rapero Pablo Hasel han sido un buen ejemplo de ello.
Ante la tibieza de las condenas por parte de los partidos progresistas por los disturbios en las calles de Barcelona, Ayuso mostró un adoquín como los que usan los alborotadores y afirmó: "Esto es lo que ustedes no condenan".