El 'zoo' de especies protegidas disecadas en una finca de la Moraleja de Madrid: 49 animales y 132 piezas de marfil

  • El propietario de las piezas ha sido identificado como Marcial Gómez Sequeira, expresidente de Sanitas

  • La Policía interviene osos, linces, leopardos, lobos, cocodrilos y primates disecados que el propietario de un chalet en La Moraleja de Madrid tenía a modo de colección

  • El propietario, que está siendo investigado, carecía de muchos de los permisos y certificados obligatorios para su tenencia e importación en territorio nacional

La Policía Nacional ha intervenido 49 animales pertenecen a especies como osos, linces, leopardos, lobos, cocodrilos y monos disecados. Además de un centenar de piezas talladas en colmillos de marfil de elefantes, todo ello encontrado en una finca de La Moraleja, en Madrid.

La operación ha sido realizada agentes de la Policía Nacional en colaboración con la Policía Municipal de Madrid y el Servicio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) han intervenido las piezas que coleccionaba Marcial Gómez Sequeira, expresidente de Sanitas.

En el marco de esta operación está investigado por un delito continuado de trafico de especies protegidas el hombre que guardaba todas estas piezas expuestas en una finca en La Moraleja, en Madrid.

Según fuentes de la investigación, el propietario de las piezas, identificado como Marcial Gómez Sequeira fue condenado por el Supremo por dos delitos contra la Hacienda Pública. El investigado intentó sin éxito que sus animales fuesen expuestos en un museo en Olivenza (Badajoz).

Un reportaje publicado en El País en 2019 sobre los planes de Gómez Sequeira de crear ese museo con su colección de animales naturalizados de varias especies, desencadenó la investigación, algunas de ellas protegidas por el Convenio CITES.

Investigado por posible comisión de delito continuado contra la flora y la fauna

El Grupo de Medio Ambiente de la Policía Nacional inició las gestiones con la finalidad de acreditar la posible comisión de un delito continuado contra la flora y la fauna o, incluso, uno de contrabando. Como primera medida, los investigadores contactaron con la autoridad administrativa CITES para que determinara si entre las piezas de caza podría haber alguna incluida entre las especies de especial protección.

Este extremo fue confirmado por dicha autoridad, que determinó que se observaba un elevado número de especies protegidas según los distintos Apéndices CITES y el Reglamento 338/97 de la Comisión de la Unión Europea.

Asimismo, indicó que el investigado carecía de muchos de los permisos y certificados obligatorios para su tenencia e importación en territorio nacional. Todos los ejemplares se encontraban expuestos en dos pabellones ubicados en la finca en la que se encuentra el domicilio del investigado.

En el registro realizado en esta finca los agentes intervinieron las citadas piezas, que fueron precintadas y quedaron en calidad de depósito en su lugar de exposición, debido a su elevada fragilidad. Durante un año, el investigado aportó documentación con el objetivo de acreditar la lícita procedencia de los efectos intervenidos, alegando que muchos ejemplares fueron adquiridos con anterioridad a la fecha de entrada en vigor del Convenio CITES en España.

Respecto a aquellos ejemplares para los que no se ha presentado ninguna documentación válida, el pasado 14 de octubre se procedió a su retirada, previa autorización judicial, y traslado a almacenes habilitados por parte del Museo Nacional de Ciencias Naturales y la autoridad administrativa CITES, de los 49 especímenes disecados, cuatro colmillos de elefante, cuatro colmillos de hipopótamo, dos cuernos de rinoceronte y 132 piezas talladas de marfil.