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Un muro “impenetrable e infranqueable”. Ese es el deseo que Vox para la frontera de Ceuta y Melilla: levantar una pared de hormigón con el “grosor”, la “resistencia” y la “altura” necesaria para que sea inexpugnable.
Los de Santiago Abascal han registrado en la Cámara Baja una proposición no de ley con el objetivo de exigir la aplicación de la Ley de Extranjería y cumplir con las “devoluciones automáticas” de inmigrantes a Marruecos, así como mejorar los métodos de protección de fronteras”.
“En los medios físicos entraría la sustitución inmediata de las alambradas actuales, –de la valla actual–, que ha demostrado hasta la saciedad su absoluta ineficacia. El Ministerio del Interior está apuntando la necesidad de cambiarla por una valla nuevamente metálica. Nosotros decimos que debe construirse un muro. Y esto no lo decimos como un eslogan propagandístico; lo decimos porque los agentes nos han explicado sobre el terreno qué es lo que pasa. Cuando un grupo de asaltantes se sube a la parte de arriba y establecen una línea para repeler a nuestros agentes, en esa línea, desde la parte de arriba les vallas actuales, les lanzan piedras, líquidos, ácidos, cal viva… para que nuestros agentes no puedan parar las aperturas o los agujeros que hacen con radiales de batería”, ha apostillado el secretario general de Vox, Javier Ortega-Smith.
Por eso, además de defender el muro, los de Abascal han reclamado que se permita también hacer uso de material antidisturbios como las pelotas de goma o la pistola eléctrica.
Cuestionado por la financiación respecto a esa propuesta, Vox defiende que España tiene los recursos suficientes para hacerlo, si bien, “debe exigir la colaboración económica” de la Unión Europea, dado que “Ceuta y Melilla son la frontera sur de Europa”.
A este respecto, rechazan que Marruecos se ocupe de la construcción del muro porque quieren “hacer las cosas bien” y el reino africano, dicen textualmente, “pone vallas que no sirven para nada”.
Así mismo, el decálogo de peticiones que han presentado comprende también el reclamo de un mayor número de agentes para ejercer el control en la frontera y que las dotaciones sean permanentes, omo la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional o los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, porque, según apuntan, este problema "no es puntual".
En este sentido, denuncian que los agentes “tienen una carencia brutal”, sin chalecos antibalas, ni guantes anticortes, sin máscaras antigás, ni trajes para repeler las quemaduras, entre otros medios.
Por esta razón, Ortega-Smith ha incidido en demandar al Ejecutivo que se permita usar en la frontera el material antidisturbios, algo que, en la actualidad, tienen prohibido.
"Sólo pedimos que se actúe como en los países civilizados", ha apuntado, antes de señalar que usar pelotas de goma para que dos agentes se defienda de una avalancha de 700 personas es "proporcionado y hasta insuficiente".
En sus exigencias, Vox también pide más material colectivo, como vehículos, y contar con la colaboración del Ejército. Las Fuerzas Armadas, afirman, pueden ayudar con el control aéreo, control de radares o en la logística para la retención de personas o el control sanitario.
Más allá, el texto que han presentado también incluye la petición de que "se cumpla" con la Ley de Extranjería y de Seguridad Ciudadana, así como con los acuerdos firmados con Marruecos en 1992 y 2012 por los que, según ha explicado Espinosa de los Monteros, se permite las devoluciones automáticas de los migrantes una vez detenidos en el intento de saltar, incluidos los Menores Extranjeros no Acompañados (MENA).
"En esos asaltos no sabemos quién está entrando, si vienen atraídos por las mafias, por una necesidad económica o si también se están infiltrando personas relacionadas con grupos terroristas", ha declarado Ortega Smith, para apuntar que no hay que olvidar el peligro de "las enfermedades graves".