Además del insulto, los atacantes resaltaron con amarillo las letras "Llar", que traducido del catalán significa hogar, quedando el resto del apellido en rojo. La acción contra la propiedad tuvo lugar horas después de la manifestación a favor de la independencia de Cataluña, celebrada en Madrid el pasado domingo según fuentes judiciales.
El acoso al juez instructor del sumario del Supremo del procès, contra los líderes políticos del proceso independestista catalán, comenzó cuando asumió el caso. El primer ataque se produjo en marzo de 2008, cuando varios miembros encapuchados de Arran, organización vinculada a la CUP, arrojaron pintura amarilla, color con el que se reclama la libertad de los políticos presos, al portal y telefonillo de la vivienda. Posteriormente, los restos fueron limpiados por varios voluntarios, quienes cubrieron sus rostros con máscaras.
Tan solo unos meses después, en marzo, Arrán pintó la acera aledaña a la vivienda que posee Llarena en Das, municipio de Girona. En aquella ocasión le acusaron de "fascista" y "prevaricador", además de amenazarle. "Los Países Catalanes serán tu infierno", expresaron.