Mireia Darder, psicoterapeuta: "Cuando alguien ha sido muy dañado por los progenitores, no confía en nadie"
La terapeuta Mireia Darder es la directora del Congreso Internacional de Trauma Barcelona 2025 que se celebrará los próximos días 3, 4 y 5 de octubre en la ciudad
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El trauma es inherente al ser humano, la mayoría pasamos por traumas a lo largo de nuestra vida que nos marcan de una u otra forma y con distinta intensidad. Pues no es lo mismo haber vivido una infancia con abusos, que no haberla tenido. Pero todos, absolutamente todos, tenemos la oportunidad con la ayuda de profesionales de sanar nuestros traumas, no importa cuándo nos pongamos a ello: ya sea en el mismo momento en el que han sucedido o muchísimos años más tarde.
En la ciudad de Barcelona, los próximos días 3, 4 y 5 de octubre se va a hablar mucho de trauma y con los mayores profesionales en la materia a nivel global, ya que se celebrará el Congreso Internacional de Trauma Barcelona 2025, un encuentro que reunirá a algunos de los principales referentes mundiales en el estudio, comprensión y abordaje del trauma. La cita tendrá lugar en el Hotel Alimara y en la Residencia Martí Codolar, dos espacios emblemáticos de la capital catalana que abrirán sus puertas a profesionales de la salud, investigadores, docentes, activistas y público interesado, tanto en modalidad presencial como online.
Entre los ponentes invitados figuran nombres de gran prestigio que han transformado la manera de comprender y tratar el trauma. El médico y escritor Gabor Maté, conocido por su enfoque integrador sobre adicciones, estrés y desarrollo humano; el psicólogo Peter A. Levine, creador del método Somatic Experiencing que ha revolucionado la terapia corporal; el neurocientífico Stephen Porges, impulsor de la influyente Teoría Polivagal, que explica la relación entre sistema nervioso autónomo, emociones y seguridad relacional; Richard C. Schwartz, que desarrolló la terapia de los Sistemas de Familia Interna (IFS); o el psicoterapeuta David Grand, creador del enfoque Brainspotting, cada vez más extendido en el trabajo clínico con trauma.
Con motivo de esta cita, hemos charlado con su directora, Mireia Darder, una de las expertas en sexualidad femenina y trauma más reconocidas del país, además de fundadora del Institut Gestalt y autora del libro 'Nacidas para el placer', sobre el congreso y el alcance del trauma, tanto el individual como el colectivo. Este último relacionado con los conflictos bélicos y la situación de inestabilidad mundial.
Pregunta: ¿Cuál es tu primer contacto con el trauma y qué te hace dedicarte durante tantos años?
Respuesta: Mi primer contacto con el trauma es el libro de Bessel van der Kolk que se llama 'El cuerpo lleva la cuenta', en él habla de que el trauma está instalado en el cuerpo. Cuando lo leo entiendo por qué yo me he pasado toda la vida haciendo trabajo corporal, como psicoterapeuta siempre he aprendido muchas técnicas, pero el trabajo corporal es imprescindible en la sanación del trauma. Mi primer año de vida fue muy doloroso físicamente. Estuve muy enferma, me deshidraté, estuve en coma, me sacaron un hueso detrás de las orejas... Después de aquello, que me marcó profundamente, estuve en modo de supervivencia. Gracias al libro, me di cuenta que yo tenía sensaciones que necesitaba sacar de mi cuerpo. A raíz de aquello, empecé a hacer psicoterapia de trauma, pero hace siete que trabajo con Somatic Experiencing y Brainspotting. Se me ha abierto un mundo diferente...
P: ¿Desde pequeña tienes problemas de salud?
R: No exactamente, pero sí me pasé mucho tiempo colapsada. Es una sensación de ver el mundo desde fuera. El trauma se caracteriza por colapsarte físicamente, entras en un modo supervivencia donde no estás presente.
P: Por tanto, ¿tú crees que el trauma es incapacitante?
R: Bueno, si te pones en modo supervivencia como hice yo, no. Hay muchos tipos de trauma y de muchas gravedades que permiten en algunos ámbitos de la vida funcionar bien y, en otros, colapsarse.
P: ¿Y cuáles son aquellos signos que se manifiestan en el cuerpo cuando hemos sufrido un trauma?
R: Hay muchos, pero lo que acostumbra pasar es que es más fácil estar dentro de ti o aislado que en contacto con la vida cotidiana. Tienes bastante dificultad para hacer cosas que para la mayoría de las personas son normales. Ir a comprar, relacionarte... Estás en modo alerta y puedes interpretan las señales que vienen de fuera de forma errónea. Ves a alguien que te mira mal y crees casi que te quiere matar, porque el trauma afecta a lo físico y construye el cerebro de manera diferente. No puedes realmente tener una buena adaptación al medio porque las señales son interpretadas como un peligro. Por ejemplo, si has tenido un accidente de coche, igual no te atreves a conducir coche.
P: Supongo que hay veces que hay gente que no sabe lo que le ha pasado y el trauma está ahí...
R: Y más si es en la niñez, claro.
P: El trabajo del terapeuta es tirar del hilo, ¿no?
R: Sí, así es. Lo bueno que tiene el trauma, es que el hilo es el cuerpo. O sea, a través de las sensaciones corporales puedes llegar a la sanación del trauma.
P: ¿Me puedes poner un ejemplo?
R: Sí, por ejemplo, si tienes una sensación en el cuerpo de asco. Entonces, el terapeuta te diría: "¿dónde la tienes?", "¿en qué parte del cuerpo estás?", "¿estás más en la barriga, en el pecho...?", "sitúala". Una vez hayas encontrado dónde está en el cuerpo el dolor, vas a usar una metodología u otra.
P: Por ejemplo, una persona a la que le duelen recurrentemente las rodillas. ¿Qué puede estar pasando?
R: Pues la teoría sería que hay que ponerse en las rodillas, sentir el dolor y dejar expresarlo. Pero, hay algo muy importante, que es que necesitas a un terapeuta para que te acompañe, alguien que te dé la seguridad de poder entrar en ese dolor y decirte: "sí, esto es lo que estás sintiendo". El trauma se acostumbra a producir cuando vivimos las cosas aisladas y solos. Y a la vez, se produce también cuando no tenemos escapatoria.
P: Entonces, una de las claves para solucionar o mejorar el trauma está en que el terapeuta de una respuesta que realmente coincide con lo que tú puedes estar sintiendo...
R: Exacto. En el caso del trauma, cuando alguien apoya lo que tú estás diciendo y te reconoces en eso.
P: ¿Suelen ser más complicados de tratar cuando son traumas de la infancia?
R: Sí, más complicados porque afectan más a la construcción cerebral. El trauma tiene una afectación en el cerebro. Por tanto, sí requiere más tiempo que la persona pueda restablecer la confianza en el mundo. Cuando alguien ha sido muy dañado, por ejemplo, por los progenitores, no confía en nadie. La idea es poder restablecer el vínculo a través de un terapeuta para poder abrir todo eso y que salga la confianza otra vez. Conseguir llegar a pensar que va a haber alguien cuando nos sintamos mal.
P: También imagino que hay grados de trauma, ¿verdad?
R: Claro que hay grados. No es lo mismo alguien que ha estado en una infancia en la cual ha habido abuso y maltrato, que alguien que le pasa una cosa puntual en un momento y se traumatiza en ese momento.
P: Porque puede ser que en la edad adulta también puedas tener un trauma, ¿no? Como por ejemplo una persona que vive un atentado.
R: Sí, exactamente. El cuerpo reacciona y se queda colapsado.
P: Cuando hay que tratar un trauma que ha ocurrido en la etapa adulta, ¿hay mucha diferencia?
R: Sí, más que nada que acostumbra a ser más fácil, en una sesión puede salir. Pero, no siempre nos puede traumatizar lo mismo, dependerá de nuestra construcción cerebral. De si estás ya muy traumatizado o no, y si se añade a traumas que ya podías tener. Hay una cosa muy importante del trauma, que es lo que gatilla la respuesta de colapso. Los mismos hechos no provocan trauma en las personas.
P: ¿Qué herramientas terapéuticas están siendo ahora mismo las más punteras para tratar el trauma?
R: En el Congreso hablaremos de muchas de ellas, pero para mí, Gabor Mate con el acompañamiento compasivo es muy interesante. El trauma siempre pasa por aceptar lo que te está pasando. Después, el trabajo del psicoterapeuta David Grand, creador del enfoque Brainspotting, cada vez más extendido en el trabajo clínico con trauma. Este busca el lugar del cerebro donde está guardada la información de cuando pasó el trauma. También el Somatic Experience de Peter A. Levine, que es más una técnica corporal para expresar a través del cuerpo.
P: ¿Tú crees que todos a lo largo de nuestra vida tenemos traumas, no? Es decir, todos en algún momento de nuestra vida vamos a tener un trauma...
R: Sí, algunos sí, claro. Todos nos hemos tenido que adaptar a una familia que seguro que tenía carencias, estas carencias las hemos compensado con protectores. Desde ahí, se ha desarrollado un trauma más o menos grave. Aunque según la teoría del apego, hay personas que consiguen tener un apego seguro y otras que tienen un apego inseguro. Los inseguros serían los que están traumatizados, los que tienen un apego seguro serían los que sí que consiguieron una sintonía con su cuidador principal. Y, además, las personas que tienen apego inseguro a través de una psicoterapia pueden llegar a tener un apego seguro aprendido.
P: Hay esperanza, entonces.
R: Sí, claro que hay esperanza. Yo creo, además, que con todas las técnicas que hay ahora mismo hay mucha más esperanza que antes.
P: ¿A las personas más mayores les cuesta más poder resolver sus traumas?
R: Sí, claro, cuesta más. Son personas que, por ejemplo mis padres, han vivido una guerra y están en modo de supervivencia. Tampoco se plantean vivir de otra manera.
P: ¿Cómo sabes que una persona está en modo de supervivencia? ¿Qué es lo que suele hacer?
R: Puede estar hiperactivada. Va todo el rato viendo peligros, tiene miedo. Puede estar también depresiva, no conecta con los demás.
P: Tal y como apuntas, hay personas que han vivido una guerra que es un trauma social. Ahora mismo en el mundo hay varios conflictos bélicos que afectan (y traumatizan) tanto a los que los vemos desde lejos como a los que lo viven en primera persona. ¿Cómo nos afecta?
R: Ah, sí. Esto es lo que trabaja también Gabor Maté. Él dice que vivimos en una sociedad traumatizante. Los traumas colectivos hay que resolverlos colectivamente. Hay conflictos que una vez terminados, siguen vivos, siguen generando trauma como la Guerra Civil, que sigue generando conflictos. Eso es porque ese trauma sigue sin sanarse. Después está el trauma vicario, el que no lo sufre pero lo ve. Esto nos ocurre con las imágenes de guerras como las de Ucrania o Gaza. Nos afectan y nos hacen sentir inseguros. Se nos activan las alertas. Una cosa que no hemos hablado sobre el trauma es que la activación es algo inconsciente. Y eso es súper importante. Es decir, que será tu sistema nervioso autónomo el que decida si puedes actuar o te quedas paralizada. Es algo que no puedes controlar.
P: ¿Por qué es importante esto?
R: Es muy importante porque hay personas que se culpan mucho de no haber hecho nada. Ahora, muchos nos sentimos culpables cuando vemos a niños desnutridos en la franja de Gaza, y es algo normal. En estos momentos, es interesante poder compartir lo que vamos sintiendo y escucharnos entre todos. O sea, lo que necesitamos para sanar el trauma es compartirlo. Sentir el acompañamiento, tener empatía por nosotros y por los demás. Y tener compasión. Compasión es mirarte con cariño, como te miraría una abuela o alguien que te quiere.