Usoa, mujer del vasco ingresado grave en Tailandia: "La vida de mi marido pende de un hilo, hay que traerlo ya"

Tras dos meses planeando una pequeña escapada de 12 días a Tailandia, las ansiadas vacaciones de Usoa y su marido Álex se han convertido en una pesadilla: “Estamos metidos en una película de terror”. Así de contundente se muestra Usoa Martínez.

Su marido permanece ingresado en un hospital de Bangkok, en estado grave con una pacreatitis aguda y riesgo de sufrir “una hemorragia interna severa”. Le acompañan “su amatxu y su hermano mayor”, mientras Usoa regresó a Donostia para estar con sus hijos de 5 y 8 años que, tras casi dos meses sin ver a su padre, “preguntan todo el rato por aita”.

Álex llevaba tiempo encontrándose mal después de las comidas, “tenía dolor de tripa, vómitos y aires”, explica su mujer. La noche del 6 al 7 de febrero, este donostiarra acudió a urgencias “con mucho dolor”, pero en Osakidetza “no le dieron importancia”. El 19 de febrero, la pareja tomó el vuelo con destino a Tailandia donde iban a pasar 12 días de vacaciones. No imaginaban que al quinto día de estar en el país asiático, tendrían que ir a un hospital porque Álex tenía “un dolor inaguantable”.

Sin recursos económicos y empeorando

El vasco fue ingresado directamente en la UCI con “un 40% de pancreatitis aguda”. Comenzaba entonces la pesadilla para esta pareja guipuzcoana: “En ese estado tan grave tenía que comunicarme con los médicos con el traductor de Google”. Desde el 25 de febrero, Álex está en una cama de hospital, consciente pero intubado. “Esta mañana su ama me ha hecho una videollamada y le he podido ver, pero no hablar con él”, relata Usoa.

Su estado es crítico y el seguro de viaje, con una cobertura de 100.000 euros, ya no da para más. La familia ha hecho dos intentos para repatriar a Álex, pero han sido infructuosos.

El primero, el 20 de marzo. Álex viajó a Bangkok desde otra ciudad del país junto al médico del seguro, “durante la hora que duró el vuelo empeoró mucho” y “en el avión a Munich, el capitán dijo que no era apto para volar”. Así que su marido se quedó “solo en un hospital”, porque Usoa, ya estaba volando de vuelta. “En cuanto aterricé en París le llamé a mi suegra y se marcharon para estar con mi marido porque no puede estar solo”, advierte.

Una ambulancia aérea concentraba las esperanzas de esta familia, movilizada con el objetivo claro de “traernos a Álex de vuelta cuanto antes, porque tras dos meses solo ha empeorado” y “nos han advertido que hay probabilidades de que sufra una hemorragia interna severa”. Sin embargo, el 12 de abril recibieron un nuevo jarro de agua fría. “Hemos perdido los 221.000 euros que nos costó contratar una ambulancia aérea privada”, lamenta. Con el permiso del hospital y el ‘ok’ de la propia empresa privada, trasladaron a Álex al avión, pero una vez allí “dijeron que el paciente estaba más crítico de lo que decían los informes médicos y lo dejaron en tierra”.

“Está desesperado y necesita estar con su familia”, clama esta donostiarra. Ya sin recursos económicos y con su marido en Bangkok empeorando, Usoa ha hablado con la ministra de Defensa, Margarita Robles, y han llamado “a todas las puertas”. En este momento, un avión militar “es la única manera de poder traerlo” porque “la vida de mi marido está pendiente de un hilo”. Desde Defensa les han asegurado que están estudiando el caso y que "harán todo lo posible por ayudarnos".

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