Los jardineros de Vitoria obligados a cumplir servicios mínimos ante "el riesgo inminente de incendios" por la falta de siega y poda
El sindicato ELA recurrirá el regreso forzoso de los jardineros impuesto por el Gobierno Vasco
El plante de los jardineros en Vitoria provoca que la maleza se adueñe de la ciudad
Vitoria-GasteizCasi tres meses sin cortar la hierba, podar o desbrozar, en plena primavera, ha permitido que la vegetación en Vitoria crezca de manera salvaje. Las primeras consecuencias las empezaron a sufrir los perros, durante sus paseos, en forma de lesiones, cortes y picaduras de víboras.
Tras ellos, llegó el aumento de insectos; garrapatas, pulgas y mosquitos. Finalmente, los temidos problemas de visibilidad en algunos puntos del trazado urbano comprometían la seguridad vial y, ahora, con el verano a la vuelta de la esquina, el riesgo de incendios “es inminente”.
El análisis de los Bomberos de Vitoria sobre la situación no podía ser más preocupante: "La falta de desbroce amenaza vidas, propiedades, infraestructuras y la salud pública, además de desbordar los servicios de emergencia". La respuesta del Gobierno Vasco no se ha hecho esperar y ha decretado servicios mínimos para la plantilla de Enviser, en huelga indefinida desde el pasado 26 de marzo.
Desde principios de esta semana, la maquinaria ha regresado a los parques y jardines de la ciudad para sorpresa de muchos ciudadanos que, al ver trabajando a los jardineros, pensaban que se había puesto fin al conflicto laboral entre Enviser, empresa adjudicataria del servicio municipal de mantenimiento y limpieza de parques y jardines, y los trabajadores. Nada más lejos de la realidad.
80 días de huelga indefinida
El propio Ayuntamiento había solicitado que los jardineros cumplieran unos servicios mínimos, pero para el sindicato ELA, estas medidas “son injustificadas” y “vulneran el derecho a la huelga” de unos trabajadores cuyos salarios rozan el SMI y que se rigen por un convenio estatal, “ahora se considera esencial un trabajo con condiciones laborales precarias”, critican. ELA recurrirá el regreso forzoso de estos trabajadores, impuesto por el Ejecutivo autonómico.
Tras más de 80 días de huelga indefinida con el fin de mejorar las condiciones laborales, “la patronal continúa sin querer negociar incrementos salariales” y es el Ayuntamiento quien debe mediar entre la empresa privada subcontratada y la plantilla para velar por los derechos de la plantilla y ofrecer un servicio de calidad a la ciudadanía.
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