Playas

La temida carabela portuguesa llega a las playas vizcaínas

carabela portuguesa
Imagen de una carabela portuguesa. EuropaPress
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San SebastiánLa presencia de medusas, entre ellas la temida carabela portuguesa, ha activado este domingo los avisos en las playas vizcaínas de La Arena, Barinatxe, Arriatera-Atxabiribil, Laga e Isuntza, por segundo día consecutivo, ante el riesgo para los bañistas, según se informa desde Cruz Roja.

Se ha prohibido el baño en los arenales de La Arena, Arriatera-Atxabiribil y Laga, con presencia de medusas, así como en Bakio y Laida, donde también ondea la bandera roja.

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En total, hay cinco playas vizcaínas afectadas. El pasado jueves, se avistaban en la costa vizcaína las primeras carabelas portuguesas de la temporada.

Aunque su presencia es habitual en época estival, las condiciones meteorológicas y marinas actuales, registrándose 22 grados de temperatura en el agua, han propiciado su llegada.

La falsa medusa

La carabela portuguesa es conocida como la 'falsa medusa' ya que, en realidad, es un organismo denominado hidrozoo colonial, formado por centenares de individuos especializados que trabajan juntos como si fueran un solo ser vivo.

Un estudio internacional con participación del Centro Andaluz de Biología de Desarrollo y el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, desvelaba este mes de julio que este organismo marino gelatinoso se divide en cuatro especies distintas.

Su característica más llamativa es su flotador gelatinoso con forma de vela que le permite desplazarse con las corrientes. Mientras que sus células urticantes pueden causar picaduras dolorosas.

Cómo actuar ante su picadura

 La picadura de la carabela portuguesa es mucho más dolorosa que la de las medusas comunes. El dolor provocado por el contacto con los tentáculos puede llegar a irradiarse a toda la extremidad afectada y a los ganglios regionales como la axila o la ingle.

Desde Cruz Roja se explica que, aunque no hay un protocolo específico, es recomendable eliminar todo resto de tentáculos con guantes y pinzas, lavar con agua de mar sin restregar para impedir más descarga de veneno, aplicar calor para disminuir el dolor y finalmente y con prescripción médica, utilizar una crema de corticoides y tomar analgésicos.