"De ronda" con Mondra por su segundo disco: “No hay nada más queer que una aldea”

El artista gallego Mondra acaba de lanzar su segundo disco
El artista gallego MONDRA acaba de lanzar su segundo disco, DE RONDA. Sofía Taboada
  • Este disco es un recorrido por 11 diferentes estados que pueden ocurrir en una noche de fiesta

  • Mondra se define como cantareiro y bailador, "porque el mundo de la música tradicional es mi lenguaje más primario"

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El artista gallego Martín Mondragón, Mondra, se define como un cantareiro 100%. En su segundo álbum, “DE RONDA” (Altafonte, 2025), ofrece un recorrido personal, íntimo y a veces explícito e irreverente por las distintas fases de una noche de fiesta. El artista aborda la seducción, a través de 11 canciones o “estados del cuerpo” que pueden ocurrir en una noche. Desde el deseo o impulso sexual hasta la aceptación o incluso la ruptura. Y siempre conectado directamente con la tradición gallega.

Mondra empezó a tocar la pandereta con ocho años. Tras su primer trabajo, Ardén, presentado en 2024, este compostelano de 24 años despunta ahora con su nuevo álbum, situándose como estrella emergente del trad, un género en auge que bebe de la música tradicional gallega y la convierte en un sonido plenamente actual.

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Mondra resume "DE RONDA" como un relato en diferentes dimensiones: “Es un relato de estados del cuerpo, que se pueden dar en las noches de ronda. Pero hay más que esto: la sexualidad, la comunidad, la juventud, y también la aceptación del amor propio, que va mas allá de la música, también en lo visual”. Porque cada canción tiene además su propia pieza audiovisual, producidas por el propio artista y el estudio elmembrillo, y disponibles en el canal VEVO de Mondra.

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En su segundo trabajo, Mondra ofrece un nuevo sonido, más orgánico y fresco, de la mano de Hevi, responsable de la producción, desde el laboratorio Soyuz. En ese recorrido por la noche, algunos temas van más allá, con referencias más explícitas, porque Mondra no se calla nada: “En algunas canciones juego más con la retranca, comoTeño caldo quente”, y en otras como “Férveme o cú”, es algo más explicito, es hablar de la sexualidad con todas las letras, del deseo, y es una expresión muy gallega, aquí ponemos todo encima de la mesa, en lo visual y en lo sonoro”.

Mondra además ha colaborado recientemente con el artista vallisoletano Dulzaro en álbum de debut. Ambos comparten un romance rural en el tema “Un labradorito”. “Lo grabamos en Madrid, y fue toda una experiencia el rodaje del videoclip, dándole todo lo que merecía esta canción, que no deja de ser divertida pero que habla de un romance homosexual y rural, y creo que quedó un tema del que estar bien orgulloso”, cuenta el artista gallego.

El orgullo de lo rural y también de la identidad sexual está muy presente en el mensaje de Mondra, y en el de otros artistas de su generación, como Davide Salvado, o Dulzaro: “Somos artistas con amor por nuestras aldeas, por nuestra música tradicional y somos gente disidente, queer, es nuestra manera propia de expresarnos, pero también hay una responsabilidad de ser irreverentes y de ser conscientes que podemos ser referencia, y podemos representar a muchas personas. Y eso es una responsabilidad: me subo aquí para decir esto, aunque a alguien le pueda molestar”.

"No hay nada más queer que una aldea, no hay nada más queer que nuestra música y nuestro baile"

Sobre romper los armarios en el rural, Mondra es consciente de algunos prejuicios en esos entornos, pero también optimista. “Yo pienso que algo va a ir cambiando en este sentido, y que podamos habitar formas distintas de vida también en las aldeas”.

Y se mantiene firme en ganar una presencia que siente como propia: “No pensemos que ese mundo es más complejo, que no puede llegar a ser un mundo amable con las disidencias”, apunta, “porque no hay nada más queer que una aldea, no hay nada más queer que nuestra música y nuestro baile, luchemos por ocupar también esos espacios, que también son nuestros” .

Con la celebración del Día das Letras Galegas de este año dedicada a las cantareiras muy presente, Mondra se define como cantareiro 100%: “Soy cantareiro y bailador, el mundo de la música tradicional es mi lenguaje más primario, es el mundo del que vengo”. Y recuerda que las similitudes entre las cantareiras del siglo pasado y los artistas actuales son muchas: “En los bares ya hay mucha gente que saca la pandereta, la gente se pone a sacar puntos. Esto es algo similar a la que ocurría en las aldeas, en las foliadas. Aprendimos mucho de las cantareiras, y tenemos la suerte de tener esa transmisión directa. Habitamos un mundo diferente al de ellas, pero somos cantareiros en el momento que integramos ese discurso aunque lo hagamos en bares, y esto es lo mejor que le podía pasar a nuestra tradición oral”.