Tribunales

Un abogado especializado en violencia de género condenado por favorecer la prostitución en un piso de Ourense

Imagen de archivo del Juzgado de Ourense. EUROPA PRESS
  • Acepta los cargos de prostitución y revelación de secretos, pero evita los cuatro años de cárcel si no delinque y paga casi 10.000 euros en multas

  • El exfuncionario del Juzgado de Violencia de Género de Ourense se habría aprovechado de su conocimiento por su cargo para cometer los delitos

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OurenseUn letrado del Juzgado de Violencia de Género de Ourense ha sido condenado a cuatro años de cárcel por los cargos de prostitución y revelación de secretos, aunque evitará la prisión si no incurre en ningún delito en cuatro años y paga los casi 10.000 euros en multas que acarrean las dos causas. 

El hombre, aprovechando su conocimiento por el cargo que ostentaba, mantuvo conversaciones a través de la aplicación de Whatsapp con una amiga donde desvelaba detalles de actuaciones en las que él participaba. En los mensajes había información confidencial, por ejemplo cantidades de dinero incautadas o datos personales de víctimas de violencia de género. Además, de la revisión de su terminal se extrajeron imágenes de índole sexual de litigantes de procesos judiciales de los que formaba parte, que presuntamente difundía.

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En el cargo de prostitución, no queda demostrado si las mujeres a las que incitó, las conoció gracias a su trabajo como letrado judicial. Lo que sí que queda probado es, que sabiendo de la difícil situación económica de dos mujeres, les ofreció un piso en el centro de Ourense para que mantuvieran relaciones sexuales en su interior. Según la instrucción, presuntamente intentó convencer a esas mujeres asegurando que les ayudaría con sus casos, mostrándoles información confidencial de otros procedimientos.

El procesado ya no ejerce como funcionario en el juzgado y tenía más de 30 años de experiencia laboral en el lugar. Primero en el Juzgado de Instancia 5 de la ciudad de las Burgas y desde hace años, en el número 3, especializado en violencia de género. Desde su detención por la Guardia Civil en enero de 2023, este ex secretario judicial de 57 años fue suspendido y dos años después, a comienzos del 2025, recibió una incapacidad laboral. 

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Una casualidad destapó el caso

La pareja de una mujer con la que el acusado había compartido información confidencial es la primera piedra del camino. El hombre acudió a la Guardia Civil para denunciar que ella llevaba varios días en paradero desconocido. Entre las cuestiones habituales al denunciar una desaparición está el hacer preguntas sobre su entorno, el marido trasladó que su mujer tenía mucha amistad con una persona que trabajaba en el juzgado. La señora apareció días después, pero los agentes no dejaron de investigar y más tarde comenzaron a descubrir los mensajes inculpatorios.

En la vista, el ex letrado apareció ataviado con unas gafas de sol y un gorro para no mostrar su rostro. Además, para no ser visto ni preguntado por la prensa o posibles compañeros con los que se podía topar en el interior, el hombre permaneció escondido durante casi una hora dentro del baño del juzgado esperando a que comenzase su comparecencia.

Ha sido condenado a cuatro años de cárcel aunque previsiblemente la evitará. El hombre carecía de antecedentes penales, clave para que se de esa situación. Su abogado pactó con la Fiscalía y el procesado afirmó estar de acuerdo en la vista. Fuentes conocedoras del caso apuntan a que el trabajador del juzgado, tenía el objetivo de mostrar un estatus y se mostraba en esas actitudes con el afán de presumir. No ha quedado demostrado que se pudiese lucrar con la prostitución de las dos mujeres.

A mayores de la pena privativa de libertad y de las multas económicas, también se enfrenta a una inhabilitación de dos años para ejercer un empleo o cargo público por el delito de revelación de secretos y cuatro años de inhabilitación para el ejercicio de cualquier oficio o profesión que pueda tener relación con menores de edad.

No cabe recurso a esta sentencia, después de que el compareciente aceptase los cargos. En el proceso judicial, ninguna de las mujeres se presentó como acusación, por lo que no existe ninguna responsabilidad civil para el procesado.