El menor, de 10 años, fue hallado muerto en su casa en Lancaster (California) tras sufrir graves heridas causadas por una supuesta caída, según las declaraciones de la madre.
Anthony se encontraba inmóvil en el apartamento en el que vive junto a su madre, el novio de esta y los siete hermanos menores de la víctima, que se encontraban en ese momento dentro del domicilio. Todos ellos fueron trasladados a los Servicios de Protección del menor.
Tras lo sucedido, la policía inició la investigación de lo que ellos mismos denominaron "una muerte sospechosa", según ha informado Daily Mail.
Las dudas aumentaron cuando descubrieron las fuertes heridas en la cabeza y las quemaduras de cigarrillo que presentaba el cuerpo de Anthony.
Ahora, el subdirector del Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles, Brandon Nichols, ha informado de que antes de morir el niño confesó a sus padres que "le gustaban los chicos"; ha publicado la revista People.
Este detalle ha abierto un nuevo interrogante en el caso y consideran que la muerte del pequeño Avalos pudo estar motivada por su sexualidad y que el novio de su madre podría haber sido el autor del crimen.
Ambos alegaron desde el principio que las heridas que presentaba Anthony se originaron por la caída.
Al darse a conocer la noticia de la muerte del menor, el Departamento de Servicios para Niños y Familias recibió un total de 12 llamadas en relación al caso.
Muchas de ellas eran de personas que aseguraban que el niño había sido víctima de abusos sexuales, así como el resto de sus hermanos. Por su parte, la tía de Avalos contó ante el medio que ya en 2015 alertó de las lesiones y hematomas que presentaban los niños y que el culpable fue Kareem Leiva, pareja de la madre de Anthony.