Detenidos cinco activistas por tirar pintura contra la fachada del teatro La Scala en Milán

Cinco activistas de la organización Última Generación han sido detenidos este miércoles tras lanzar pintura blanca contra la fachada del teatro La Scala en la ciudad italiana de Milán en señal de protesta contra las políticas medioambientales del Gobierno.

Poco antes del inicio de la 'prima', la temporada lírica, los activistas han señalado que "no se detendrán hasta que reciban respuestas del Gobierno sobre dos cuestiones: el desmantelamiento de las plantas de carbón para 2025 y el compromiso de dejar de construir centrales térmicas".

Está previsto que tanto el presidente italiano, Sergio Mattarella, como la primera ministra, Giorgia Meloni, acudan a lo largo de la jornada a la 'premiere' de la ópera 'Boris Godunov', del compositor ruso Modest Petrovic Musorgski, según informaciones del diario 'Corriere della Sera'.

La Policía, que no ha tardado en intervenir, ha arrestado a todos los activistas, que han insistido en que el cumplimiento de sus demandas "es la única forma de garantizar el futuro de sus hijos".

La acción ha durado cerca de media hora y los presentes han sido trasladados a una comisaría para someterse a los controles pertinentes. "Hemos decidido manchar con pintura la fachada de La Scala para pedirle a los políticos que asisten al espectáculo de esta noche que intervengan y salven a la población", han aseverado, según ha recogido la agencia Adnkronos.

"En lugar de tomar las medidas necesarias para salvaguardar el futuro de Italia de la sequía y los desastres climáticos, la política cierra filas para disfrutar de un espectáculo que es solo para unos pocos, al igual que lo es la posibilidad de salvarse del desastre", han zanjado.

Los activistas de 'Última Generación' se definen en su página web como "la última generación que aún puede evitar que la sociedad se derrumbe". Además, aseguran que no están dispuestos a "aceptar este crimen contra la humanidad sin resistencia. No esperaremos mientras un estado tras otro se derrumba. Al final, todos estamos en peligro. Somos la voluntad de supervivencia de esta sociedad".

Este grupo pide dos medidas claras al gobierno alemán:

  1. Un límite de velocidad de 100 km/h. Esta medida aseguran que ahorraría hasta 5,4 millones de toneladas de CO₂ al año. "Se puede implementar de forma inmediata y casi gratuita", explican. "Necesitamos todos los ahorros de gases de efecto invernadero que podamos conseguir. Un límite de velocidad puede incluso salvar vidas humanas directamente porque hay menos muertes en la carretera", concluyen.
  2. En segundo lugar, piden una rebaja en el precio del billete de ferrocarril: "¡Los ferrocarriles asequibles solo son justos en tiempos de aumento del costo de vida! Además, un billete permanente de 9 euros ahorraría incluso más CO₂ que un límite de velocidad", razonan.

Nadie se salva de esta nueva táctica de los activistas de diferentes grupos para dar visibilidad a sus demandas. El pasado mes de octubre fueron detenidos dos activistas de Extinction Rebellion por pegar sus manos a un Picasso. Just Stop Oil ha hecho también diferentes actos del mismo corte. Hace varios meses, pegaron papel sobre 'El carro de heno', de John Constable, en el mismo museo.  Y solo 24 horas después hicieron lo mismo en la Royal Academy de Londres, donde cinco activistas se plantaron frente a la copia de 'La última cena', la celebre obra de Leonardo da Vinci, recreada por Giampietrino en 1520, y para escribir en su marco "No new oil", ante la mirada atónita de los ujieres y los visitantes del centro de arte.