Turquía vota en las elecciones más trascendentales en décadas: ¿es el fin de la era Erdogan?

  • El país celebra comicios presidenciales y legislativos este domingo y los sondeos apuntan a que Erdogan podría perder el poder por primera vez tras 20 años

  • El líder opositor Kemal Kiliçdaroglu, al frente de una coalición de seis partidos, ha estado a la cabeza en las encuestas

  • El gran rival del mandatario turco, conocido por protagonizar vídeos electorales en su modesta cocina, ha acusado a Rusia de interferir en estas elecciones

El mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, podría perder el poder tras veinte años. Turquía decide su futuro en las elecciones presidenciales y legislativas que se celebran este domingo, las más trascendentales en décadas. Los sondeos publicados antes del cierre de la reñida campaña electoral daban ventaja al principal rival del mandatario, Kemal Kiliçdaroglu, quien encabeza una coalición de seis partidos diversos (desde la socialdemocracia al centro derecha y la derecha nacionalista). Si ninguno de los cuatro candidatos supera el 50% de los votos, habrá segunda vuelta dentro de dos semanas. La oposición ha pedido calma para evitar tensiones en las calles.

Los comicios se celebran en un contexto de fuerte inflación y tres meses después de los devastadores terremotos que causaron cerca de 50.000 muertos en el país. Los seísmos reflejaron fallas estructurales en el largo gobierno de Erdogan que provocaron fuertes críticas contra su gestión.

¿Tomará Turquía un nuevo rumbo? ¿O el sultán Erdogan conseguirá su tercer mandato presidencial? Los ciudadanos tienen la palabra en el mismo año en el que el país conmemora el centenario de la fundación de su República por Mustafá Kemal Atatürk, conocido como padre de la Turquía moderna.

Erdogan -de 69 años y líder del conservador Partido Justicia y Desarrollo (AKP)- se convirtió en 2002 en primer ministro; más tarde, en 2014, asumió la presidencia. En 2016, se enfrentó a un fallido golpe de Estado que desembocó, para los más críticos, en un giro de tuerca en su deriva autoritaria. Tras un referéndum celebrado en 2017, el país cambió su sistema parlamentario por uno presidencialista que llevó a Erdogan a asumir parte de las competencias legislativas.

El 'Gandhi turco' que hace campaña desde su modesta cocina

Ahora, el todopoderoso mandatario tiene ante sí a un rival que, según las encuestas, podría sacarle del poder. El burócrata socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, de 74 años, es el candidato secular al frente de una alianza de oposición. En estos tiempos gran fuerte inflación, se le conoce por protagonizar vídeos electorales en su modesta cocina en los que muestra, por ejemplo, sus bolsas de la compra y compara precios de alimentos.

Se le conoce también como el Gandhi turco; dicen que por su parecido físico con el fallecido pacifista hindú y por su paciencia. Kiliçdaroglu pertenece a la comunidad aleví, una minoría del islamismo chií. Sus maneras suaves contrastan con los ataques verbales que le ha dedicado Erdogan, quien le ha llamado "borracho" e "infiel". "Señor Kemal, beba en barriles, si quiere. Mi pueblo no dejará que el borracho tome la plaza y se vaya", ha dicho el presidente, quien también ha calificado a los opositores como "infieles”, gente sin libros (sin Corán), gente sin oración".

En una entrevista concedida a la cadena BBC, el líder opositor prometía llevar a Turquía "la libertad y la democracia" y "reorientar el país hacia Occidente". Su alianza de seis partidos promete desmantelar el sistema presidencial impuesto por Erdogan y devolver a Turquía a una democracia parlamentaria con controles y equilibrios.

Un camino de incertidumbres

Se espera que la minoría kurda, que se siente perseguida y abandonada por el partido en el Gobierno, apoye a la coalición opositora. Erdogan, por su parte, ha tratado de retratar a la oposición como cómplice de "terroristas" y de potencias extranjeras que quieren perjudicar al país. También ha intensificado su retórica conservadora en lo social y ha acusado a la oposición de "degeneración" y de apoyar los "desviados" derechos de la comunicad LGBTQ.

Turquía, país miembro de la OTAN, ha mantenido de la mano de Erdogan estrechos vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin, y ha buscado jugar un papel como mediador en el conflicto de Ucrania.

Kiliçdaroglu, por su parte, ha acusado a Rusia de interferir en las elecciones. "Os pedimos que os abstengáis de interferir en el Estado turco. Estamos abiertos a mantener la cooperación y la amistad", escribió recientemente en Twitter, en un mensaje que abría dirigiéndose a sus "queridos amigos rusos".

Este domingo también se deciden los 600 escaños del Parlamento. Algunas encuestas sugieren que la coalición gobernante de Erdogan podría perder su mayoría en la Cámara; aunque sí ganaría. Pero es el resultado de los comicios presidenciales el que plantea más incertidumbre. Algunos voces se han preguntado si Erdogan aceptaría una derrota electoral; y, también, si una oposición organizada conseguiría superar los obstáculos en un país donde este ejerce un gran control sobre los medios de comunicación, el poder judicial y el sistema electoral. De momento, es la hora de las urnas.