Un avión de Malaysia Airlines, obligado a regresar al aeropuerto después de que un hombre preguntara a gritos a los demás viajeros si eran "esclavos de Alá"

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Un hombre increpa a los demás viajeros de un vuelo de Malaysia Airlines: "¿Sois esclavos de Alá?"
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Un pasajero a bordo de un vuelo de Malaysia Airlines ha sembrado el pánico y ha obligado al avión a aterrizar en Sídney después de que este preguntara a gritos a los demás viajeros si eran "esclavos de Alá". El pasajero, un hombre de 45 años, fue detenido por la Policía Federal Australiana (AFP) y los demás viajeros han sido evacuados del avión de forma segura.

El vídeo muestra al hombre, que dice llamarse Mohammed, llamándose a sí mismo "esclavo de Alá" antes de obligar a otros pasajeros cercanos a repetir que también son "esclavos de Alá". El pasajero se acalora, señala con el dedo a los pasajeros y le grita a uno de ellos: "¡Dilo!".

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El detenido aseguraba tener "algo peligroso" en su mochila

Un pasajero "asustado" del vuelo MH122 Airbus-a330 de Sídney a Kuala Lumpur dijo que el hombre "había abierto la cremallera de su mochila [...] y había hecho amenazas poco veladas de tener algo peligroso dentro de ella". Según informaciones del periódico británico Daily Mail, los miembros de la tripulación examinaron posteriormente la mochila y no encontraron ningún objeto peligroso en ella.

Jawad Nazir, un usuario en Twitter que se encontraba en el vuelo y que grabó varios vídeos en los que se puede apreciar al hombre increpando a los demás pasajeros, destacó el comportamiento "agresivo" del hombre y denunció la tardanza de la seguridad del aeropuerto. "Este lunático le está dando mala fama a miles de millones de musulmanes"; lamentó.

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"Se espera que se presenten cargos contra el hombre esta noche", comentó un portavoz de la AFP en unas declaraciones. "Se puso en marcha un plan de respuesta de emergencia y se inició la evacuación una vez que se consideró seguro para los pasajeros y la tripulación"; aclaró.

El avión salió de Sídney a las 13.40, pero aterrizó de nuevo en el aeropuerto a las 15.47, cuando la Policía Federal Australiana (AFP) recibió la llamada denunciando los hechos.