Los primeros gestos del nuevo papa, León XIV: la emoción de una niña al lograr que el pontífice le firme una biblia

Van pasando las horas y el arranque del pontificado de Robert Prevost como nuevo papa con el nombre de León XIV, nos está dejando imágenes reveladoras de lo que se espera de su pontificado. Una de ellas ha ocurrido en la residencia en la que ha vivido ante del cónclave durante sus años de gestión en el Vaticano. Allí recibió el saludo de una niña que le pidió una firma en su biblia, cosa que el papa no dudó en hacer ante la mirada emocionada de la pequeña.

La llegada de Prevost a la silla de San Pedro está llena del misterio y el secreto que rodea a los cónclaves, pero poco a poco se van conociendo algunos de los momentos que terminaron con su elección en el cónclave.

León XIV no será tan explosivo como Francisco

Según algunas fuentes, el nombre del nuevo pontífice no aparecía entre los favoritos más claros, pero sí formaba parte de algunas de las apuestas. Hoy, un día después de que acabara el cónclave, hemos conocido algunos detalles curiosos de lo que ocurrió en el interior de la Capilla Sixtina.

Y es que se ha cumplido de nuevo eso de que quien entra papa en el cónclave sale cardenal. La prensa italiana recoge que Pietro Parolin el gran favorito se dio cuenta tras la tercera votación de que no iba a tener más de 50 votos de los 89 necesarios para ser elegido papa ya que, el bloque progresista o anticuria se oponía frontalmente a él, por lo que decidió dar un paso atrás y dejar que se consolidara la opción que ya estaba emergiendo en las tres votaciones anteriores, la de Robert Prevost.

El norteamericano contaba con el apoyo del bloque progresista por su talante aperturista y reformista como Francisco, pero también con el apoyo de muchos moderados y conservadores que valoraban su conocimiento de la curia, así como su discreción y su respeto a las formas vaticanas.

Tras su elección y la aceptación de ser elegido papa, los cardenales estallaron en aplausos y abrazos al nuevo pontífice. Tras abandonar ya con las indumentarias papales la Sala de las Lágrimas, León XIV se dirigió a la Capilla Paulina para orar en intimida, para, a continuación disfrutar de un momento de relajado con sus compañeros electores del colegio cardenalicio.

Y así el nuevo Papa inauguraba su pontificado con pequeños gestos como esa visita inesperada al Palacio Vaticano donde vivía antes del Cónclave. Allí le escuchábamos de nuevo en español mientras una niña lograba que el papa estampara la primera firma de León XIV en su biblia.

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