Miranda Barbour, autora de al menos 22 asesinatos, cuenta cómo y por qué asesinaba

Informativos Telecinco 28/04/2014 18:43

Hace unas semanas, Barbour trató de suicidarse. Cuenta que desenrosó la bombilla de su celda de Northumberland (Pennsylvania) y la rompió contra el suelo con la intención de que pudiese utilizar algunos de los fragmentos de cristal para hacerse un corte. Según publica la revista 'Newsweek', Barbour cree en la reencarnación y solo quería "un nuevo comienzo". Las razones que tenía para quitarse la vida eran el remordimiento por el dolor de su familia y su reputación.

Barbour habla de uno de sus asesinatos del 11 de noviembre de 2013, el de LaFerrara, hombre de 42 años ingeniero eléctrico de Sunbury (Pennsylvania). Mantiene que acuchilló al hombre hasta 20 veces en el pecho hasta matarlo en su vehículo. Luego buscó algún lugar apartado para deshacerse del cuerpo y limpió el coche de los restos de sangre.

El cuerpo de LaFerrara fue encontrado en el patio trasero de una casa de la localidad de Sunbury al dia siguiente. La policía comenzó su investigación entrevistando a strippers de un local del lugar al que había acudido LaFerrara la noche anterior y poco después dieron con su teléfono móvil, que les llevó hasta Barbour.

Fue detenida el 3 de diciembre y su marido, que también había participado en los asesinatos, tres días más tarde.

Miranda Barbour confesó que había apuñalado a LaFerrara alegando que él había abusado de ella antes. Y además añadió que no era su primera víctima, pues ya había asesinado antes a, al menos, 20 personas.

La familia de Miranda no se cree lo que cuenta. El fiscal del distrito del condado de Northumberland, Anthony Rosini, también ha expresado sus dudas y sostiene que a esta fecha "no ha habido verificación del número de asesinatos".

Miranda Barbour se encoge de hombros ante el hecho de que sus amigos y familiares no la crean. "Duele saber que toda esta gente y mi familia no me creen", dice ella, "pero en otra parte de mí me da risa que la gente piensa que estoy mintiendo cuando esto es lo más honesto que he sido en toda mi vida".

Barbour se excusa de sus actos diciendo que su tío Rick abusó de ella cuando era niña. "Él ha creado el monstruo que hay dentro de mí" pero no quiere entrar en detalles porque las brutalidades infligidas por su tío "no son un asunto de interés público".

En 1998, Rick fue condenado a 19 años de prisión pero fue liberado al cumplir nueve. En julio de 2011 fue acusado de posesión de pornografía infantil y condenado a 40 años más de cárcel.

Ahora Miranda cuenta que le atormenta la idea de que un depredador sexual pueda ser liberado. "Nunca va a cambiar" y advierte que "el sistema legal se supone que está para proteger a la gente de esas personas pero no lo hizo. El sistema no me protegió".

Su primer asesinato fue cometido con trece años

Después de muchos años, Miranda Barbour afirma haber cometido su primer asesinato con sólo 13 años. "Un hombre le debía dinero al líder de una secta a la que acudía", explica. Cuenta que atrajo al hombre a un callejón oscuro prometiéndole sexo y el líder de la secta le disparó en el pecho sin matarlo. "Luego me dio la pistola, puso el dedo sobre mi dedo y apretó el gatillo", revela.

Dice que su ola de asesinatos comenzó en Alaska, continuó en California, Texas y Carolina del Norte. "Hay algo dentro de mí. Y sale como un interruptor. Es como otra persona", sostiene.

La mayoría de sus víctimas eran hombres

"Casi todos mis víctimas eran hombres, aunque una vez asesinamos a una mujer" dice. "Una vez drogamos a una chica y la llevamos al bosque y allí la torturamos".

"La vida en la cárcel es mucho peor de lo que esperaba", dice Miranda. Cuenta que ha perdido peso desde su detención y afirma que se pasa todo el dia leyendo y haciendo ejercicio porque no tiene permitido ver la televisión.