En concreto, el proyecto consiste en crear unos "mini robots cirujanos" para ser introducidos en el cuerpo humano. Estos robots llevan unos brazos y una cámara que ayudarán a los cirujanos a realizar operaciones lo menos invasivas posibles a través de una microincisión.

Lo más novedoso es que la operación se podrá realizar desde cualquier lugar del mundo, solo es necesario una buena conexión a internet. El médico podrá controlar los movimientos del robot y ver a través de sus 'ojos' como si fueran los suyos mismos.

Una de las ventajas que aportará esta tecnología es que, gracias a ella, las personas de los lugares más desfavorecidos del mundo podrán tener acceso a los mejores cirujanos sin importar dónde se encuentren y reduciendo costes.

Adam Sachs, el cofundador de la empresa, afirmó que el problema de la cirugía robótica es su elevado coste pero resaltó que con este proyecto es posible "ampliar el acceso a largo plazo" en los lugares más remotos y con menos recursos.

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