Las carencias del sistema sanitario italiano sirven de lección para España

  • Desde que se produjo el colapso de los hospitales en Lombardía el ritmo de muertos avanza sin control

  • El escenario italiano sirve como ejemplo de lo que puede pasar en España la próxima semana

  • Al menos 17 médicos han fallecido

Italia presume habitualmente de tener uno de los mejores servicios de salud del mundo. “Somos un gran país moderno y tenemos un sistema sanitario de excelencia que está trabajando de modo eficiente”, dijo hace un par de semanas el presidente de la República, Sergio Mattarella. Pero con un 9% de tasa de mortalidad por el coronavirus, la más alta del mundo, algo está fallando. Italia es el primer país por número de fallecidos, con 4.825 hasta este sábado. De ellos, 793 se registraron en las últimas 24 horas, lo que es un nuevo récord. Muere una persona cada dos minutos.

Desde hace cerca de una semana las unidades de cuidados intensivos en la región de Lombardía, la más afectada, están completamente llenas. Y desde ese momento se ve un incremento muy alto del número de fallecidos. En toda esta semana la cifra siempre ha superado las 300 personas -el viernes, 627, y el sábado, 793-, con un ritmo más alto de decesos que de contagiados. Mientras los muertos crecen en torno al 15%, los infectados lo hacen a un 11-12%. Italia puede estar conteniendo el contagio, pero tampoco encuentra más positivos porque destina la mayoría de los recursos a atender los casos más graves.

Los médicos reconocen que tienen que priorizar la asistencia a quienes tengan más posibilidades de sobrevivir, mientras que los políticos locales piden ayuda desesperada. El alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, lleva días asegurando que “el número de muertos es probablemente mucho más alto, ya que la gente muere en casa o en residencias de ancianos, sin pasar siquiera por el hospital”. El Giovanni XXIII de Bérgamo, el centro de referencia de la provincia, es desde hace días el símbolo del colapso.

Las UCI colapsadas

Cuando comenzó esta crisis Italia contaba con 5.300 camas en las UCI de todo el país, que tras la ampliación de distintas áreas de hospitales y la construcción de nuevos pabellones, se ha ampliado a 7.800. Algunas están todavía en fase de adaptación. Lombardía ha pasado de 900 a 1.260, Emillia Romaña de 449 a 962 y Véneto de 494 a 825. En estas dos últimas regiones pueden afrontar la crisis, ya que los pacientes en terapia intensiva rondan los 250. Pero Lombardía tiene 1.093 enfermos que precisan de ventilación artificial por 1.260 camas, de las que ni siquiera están todas listas. La mortalidad en esta región es del 12%, mientras que en el resto del país sería del 6%.

Sólo las donaciones privadas, como las de los influencers Fedez y Chiara Ferragni, han permitido levantar una nueva unidad en Milán. También se construye a marchas forzadas un pabellón en el espacio ferial de esta ciudad para que ingresen los casos graves de coronavirus. De esta forma, Italia ha pasado de tener una ratio de 9 a 13 plazas en las UCI por cada 100.000 habitantes. Se trata de puestos de reanimación, por lo que están obligados por ley a contar con respiradores artificiales.

El escenario es toda una premonición de lo que puede suceder en España esta semana, con 4.400 camas y un porcentaje de 9,7 por cada 100.000 habitantes, casi idéntico al de Italia en el momento del colapso. Otros países como Alemania cuentan con 25.000 plazas y una ratio de 29x100.000. Los expertos sanitarios suelen afirmar que ningún país está preparado para asumir un aluvión de casos de este tipo, pero si ya el sistema parte de una posición de debilidad es muy probable que se desmorone, como ocurre en Italia.

Los expertos científicos que asesoran al Gobierno siguen alegando que el número de muertes es tan alto porque la población italiana es muy mayor -el 22% tiene más de 65 años- y porque no son capaces de distinguir entre fallecidos con coronavirus o por coronavirus. También los epidemiólogos creen que el virus circulaba por Italia varias semanas antes de que fuera detectado, lo que complicó su contención. Sin embargo, desde asociaciones médicas como la patronal Anaao, aseguran que “la falta de recursos es determinante para el colapso del sistema y la consiguiente dificultad para atender a los pacientes graves”.

Un “sistema eficiente”

El último informe de la OCDE, de finales del año pasado, califica al sistema sanitario italiano como “eficiente”. Sin embargo, con datos del 2018 -último informe global comparado-, el gasto medio en sanidad del país transalpino es de 3.428 euros per cápita, un 15% inferior a la media europea. Los recursos destinados a esta materia -en el sector público y privado- representan un 8,8% del PIB, mientras que en Alemania llegan al 9,5% y en Francia al 9,3%. Las cifras de España vuelven a ser muy parecidas a las de Italia, con un gasto per cápita de 3.323 euros y un 8,9% del PIB.

Lo que argumentaba a NIUS Francesco Longo, economista de la Universidad Bocconi de Milán especializado en sistemas de sanidad públicos, es que Italia logra mantener unos “estándares de calidad altos a costa de tener una capacidad siempre del 100%, cuando se recomienda estar entre el 85% y el 90%”. Es decir, que Italia se ha quedado sin margen para actuar en esta crisis prácticamente desde el principio.

En la última década la incidencia del gasto en sanidad -sobre todo en el sector público- se ha reducido varias décimas en relación al PIB, mientras que el personal sanitario ha perdido 46.000 trabajadores de los 600.000 que engrosan el total. Ahora el Gobierno ha aprobado un decreto que prevé la contratación de hasta 20.000 efectivos, entre médicos y enfermeros, pero de momento las regiones no están consiguiendo reclutar los especialistas que necesitan.

Lo único que está siendo efectivo es un plan del Ejecutivo para desplazar a 300 expertos -la mayoría anestesistas- de otras regiones hacia el norte. Unos 7.000 voluntarios ya se han postulado, de entre los que habrá una selección. Mientras tanto, se están produciendo situaciones surrealistas, como que un equipo de Médicos Sin Fronteras que trabajó en África durante la crisis del ébola o medio centenar de médicos cubanos se desplacen a Lombardía. Allí también está un grupo de especialistas chinos. La región es una de las más ricas de toda Italia, la tercera economía de la eurozona.

El tiempo de recuperación de un paciente afectado por el Covid-19 en cuidados intensivos suele ir de 20 a 30 días, por lo que sólo se puede prever que la situación se agrave en los próximos días para quienes necesiten asistencia urgente. Los médicos de Lombardía aseguran que tienen que utilizar mascarillas monouso durante una semana, porque tampoco cuentan con el material suficiente. Cerca del 10% del personal sanitario italiano ya se ha contagiado de coronavirus y al menos 17 doctores han fallecido.