El neurocirujano neoyorquino Ezriel Kornel, de 66 años, pensó que tenía un resfriado... y resultó que estaba contagiado por coronavirus. Al no darse cuenta, se dirigió al trabajo sin darle importancia, con el riesgo que eso supone.
Poco después, su estado empeoró: tenía fiebre, dolor corporal y escalofríos, síntomas típicos de una gripe. Fue entonces cuando llamó a emergencias y fue sometido al test de COVID-19. Dio positivo.
Entrevistado por USA Today, quiso recalcar su propio error para que nadie lo cometa. Kornel subrayó que incluso si los síntomas hacen pensar que se trata de "un leve resfriado", hay que asumir que es positivo, aunque no se haya hecho el test. Por tanto, esa persona debe aislarse.
"Si me hubiera dado cuenta de que empieza como un simple resfriado, no habría ido a la oficina. Habría empezado la cuarentena aquel lunes", confesó al citado medio. Han pasado ya más de dos semanas y el doctor comienza a sentirse mucho mejor. Menos dolor, más energía y un pronóstico muy optimista.
Todavía no se ha encontrado cura para el coronavirus y, por ello, la única arma que existe para luchar contra el COVID-19 es la cuarentena preventiva y la restricción de circulación de personas.