EEUU, a 100 días de las elecciones más raras de la historia

  • A 100 días de las elecciones se suspenden las convenciones

  • Se mantienen los debates televisivos entre Trump y Biden

A menos de tres de meses para saber quién presidirá los Estados Unidos, ya podemos decir que esta campaña electoral está siendo una de las más extrañas de los últimos tiempos tras haber estado marcada por una pandemia que ha dejado en el país más de 150.000 muertos, algunas de las revueltas raciales más graves de su historia y una crisis económica sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.

Por si fuera poco, la recta final de estas elecciones presidenciales se encara sin la realización de mítines y caravanas electorales, que son la fórmula de conexión cara a cara de los candidatos con sus votantes, ni de convenciones nacionales multitudinarias de los partidos, con la pérdida de cobertura mediática que esto supone, por lo que tendrán que reinventar su formato alternando una parte presencial mínima para evitar contagios con otra virtual que garantice un mayor alcance.

Debates electorales

Sí que se mantendrán los debates entre los candidatos, que ya están siendo puestos en marcha por la Comisión Presidencial para los Debates, un organismo sin ánimo de lucro responsable de su organización y producción. Dichos debates se espera que sean el plato fuerte de la campaña dadas las circunstancias ya que supondrán todo un choque de trenes entre un candidato demócrata que tiene las encuestas a su favor y un vigente presidente republicano que disfruta siendo una estrella de la televisión.

La importancia del cara a cara entre los máximos responsables de los dos partidos y las personas que ocuparan la vicepresidencia de estos es enorme, ya que tendrán que demostrar su capacidad futura de gestión para afrontar los principales problemas del país y responder, en el caso de Trump, de la situación actual. La valoración de esta por parte de la opinión pública ya le ha hecho perder diez puntos con respecto a Joe Biden, por lo que se esperan con expectación los argumentos del actual presidente para dar la vuelta a las encuestas.

Estrategias demócratas

Por parte de los demócratas, Joe Biden se está mostrando como un candidato moderado que intenta convencer a un sector de población amplio. Afroamericanos, latinos, mujeres y sectores progresistas, incluyendo tanto a los más escorados a la izquierda afines a Bernie Sanders como a los menos radicales, son el público al que Biden se dirige.

Además, la reacción del candidato demócrata tras la muerte de George Floyd a manos de un policía, que desató una serie de revueltas en todo el país reclamando medidas en contra del abuso y la violencia policial, ha derivado en un acercamiento a la comunidad afroamericana. Desde la asignación de dinero a programas sociales comunitarios a planes de protección de las distintas comunidades, el programa de los demócratas es todo un guiño a las minorías raciales del país.

A esto Biden suma un programa económico llamado “Buy American” cuya bandera proteccionista ha sorprendido al mismo Trump con medidas de consumo nacional para reactivar los malos datos económicos y de desempleo, junto a un plan de inversión de 700.000 millones de dólares para motivar la producción.

Y por supuesto, una de las principales bazas en estos últimos cien días antes de las elecciones seguirá centrada en la crítica de la gestión de la pandemia realizada por Trump, que está dejando algunos de los peores resultados en el marco de los países desarrollados. A este respecto, Biden propone un plan de alcance nacional que refuerce la producción de suministros médicos, rastreos y contratación de profesionales pero, sobre todo, la atención a los científicos que han recomendado el uso de mascarillas y el confinamiento desde hace tiempo.

Estrategias republicanas

Por su parte, Trump ha cambiado muy recientemente su discurso sobre el uso de las mascarillas y se ha replanteado las estrategias de cara al último tramo de la campaña, instando incluso a los jóvenes a no concentrarse en grandes multitudes, algo que no había ocurrido hasta la fecha. Desde un principio el mandatario norteamericano dio muy poca importancia al virus y se opuso al cierre y cuarentena de los estados más afectados, llegando al enfrentamiento con las autoridades estatales y locales que pretendían aplicar las medidas recomendadas por los científicos.

Por otra parte, el presidente se sigue aferrando a su electorado base. Hacia ellos dirige un discurso que hasta ahora ha estado centrado en el control de la migración, la frontera con México y la confrontación con China, que sigue en aumento tras el veto establecido en el país sobre la red social Tik Tok, muy popular entre millones de estadounidenses.

Tampoco los últimos acontecimientos le están haciendo ganar votos. Su gestión de las protestas contra la violencia racial le han puesto bajo el foco de la rabia de los manifestantes, tras las críticas que vertió contra estos. A las demandas de la de destitución de la policía el presidente Trump reaccionó con una negativa y a las presiones para que asignara fondos de los departamentos de policía a los servicios comunitarios contestó con críticas. Y no parece que en el último tramo de campana vaya a cambiar su política, aunque es algo que puede hacerle ganar votos entre el poderoso sindicato de policía y otros colectivos.

Con esta situación, Trump espera que los datos económicos de agosto y septiembre le den un respiro ya que le ayudarían a dar un vuelco a las encuestas. Y es que desde que el pasado mes de abril las cifras de paro llegaran a un 14,7% hasta la fecha, el país ha mejorado su situación y en la actualidad se encuentra en un 11,1%, continuando una línea descendente.

Estados clave

Por el momento el actual presidente sigue detrás del candidato demócrata en Florida, Michigan y Arizona, que son estados clave para ganar las elecciones de 2020. Según una encuesta realizada por la cadena CNN y el Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (SSRS) publicada hace unos días, el 55% de la población votaría por Biden y el 41% por Trump, mientras que en los estados mencionados la diferencia sería de 51-46 en Florida, 49-45 en en Arizona y 52-40 en Michigan.

También una encuesta realizada por la Universidad de Quinnipac desvela un resultado desfavorable para Trump en Florida, a pesar de que el recuento final en 2016 fue propicio al republicano en este estado, lo que puede llegar a ser determinante en este último tramo de campaña.

Quizá la última bala que los republicanos puedan guardar en la recámara sea la capacidad de su candidato para conectar con el electorado a través de los mítines y debates que, en esta ocasión, serán seguidos por televisión más que nunca. Trump tendrá que sacar su talento televisivo de showman para dar un vuelco a los sondeos. Ya lo hizo anteriormente al convertirse en una estrella del reality show, de la cadena norteamericana NBC, llamado “El Aprendiz” . Tras ello declaró haberse convertido en “un maestro de la negociación” y hacer del nombre de Trump “una marca de la más alta calidad”.

Habrá que esperar tres meses para ver si es capaz de conseguirlo de nuevo.