Dos adolescentes austriacas se unen a la guerra santa en Siria

Delante de dos yihadistas armados con rifles y cubiertas por completo con un burka, son algunas de las últimas imágenes de estas dos adolescentes austríacas que sigue buscando la Interpol. Hace cinco meses, Sabina y Samra, hijas de refugiados bosnios, decidieron abandonar su Viena natal y sus costumbres occidentales para unirse, según su círculo cercano, a la guerra santa en Siria. Como dos integrantes más de lo que hoy se conoce como Estado Islámico y casadas, al parecer, con dos de sus combatientes.

Menores de edad que como unas gemelas criadas en Manchester, lo han dejado todo por el Islam y convertirse en las "mujeres del ISIS."

Como Aqsa Mahmood, otra joven escocesa, ahora en Siria, a la que se le atribuye un blog, una especie de manual sobre cómo convertirse en una integrante del Estado Islámico. En internet intercambian conocimientos sobre armas a la vez que comparten recetas y consejos sobre compras.

Según un centro de estudios especializado, el 15 % de los militantes extranjeros del ISIS son mujeres. La mayoría trabaja en labores domésticas, pero ya hay batallones femeninos que se encargan de los retenes de seguridad y otros que se preparan ya para actuar incluso en primer línea del campo de batalla.

Según la CIA, el Estado Islámico podría sumar ya en sus filas a más de 31.000 combatientes entre Siria e Irak, 10.000 más de lo que se pensaba hace tan sólo unos meses.