"La gente quedará impresionada cuando conozca toda la historia"

INFORMATIVOS TELECINCO 28/08/2009 16:47

Las palabras de Garrido no hacen más que sorprender. Son, además de las que recoge la prensa, las ideas que él mismo difundía en un blog, Voices Revealed, donde afirmaba que podía hablar con los ángeles. En él aseguraba que podía controlar los sonidos con la fuerza de su mente, don en lo que otros ven los efectos de sus experimentos con el LSD en los años setenta, según apunta el Times.

El hombre cuya misión era la salvación ha hablado sobre el comportamiento con sus dos hijas, fruto de la relación pedófila con Jaycee Dugard, y aseguró que sus dos niñas pequeñas "se dormían en mis brazos todas las noches desde que nacieron. Nunca las besé, hay que ir lentamente".

Estas son algunas de sus palabras a la cadena de televisión local KCRA , que han sido difundidas este viernes y revelan el perfil de Phillip Garrido, el hombre que ha mantenido secuestrada en el fondo de su casa situada en Antioch (70 km al este de San Francisco) a Jaycee Lee Dugard, a quién raptó en junio de 1991 con 11 años.

"Descubrirán la historia más impactante proveniente de la testigo, la víctima, solo esperen", dijo en la entrevista que publica íntegramente el periódico británico 'Daily Mail'

"Van a caerse de espaldas y al final descubrirán la historia más impactante y reconfortante", insistió Garrido dejando a la audiencia en suspenso sobre lo que este caso todavía podría revelar.

En 18 años de cautiverio, Jaycee habría tenido dos hijas con su secuestrador. Según los diarios de California, tendrían 15 y 11 años, lo que significa que su madre habría tenido a la mayor a los 14 años.

"Lo que me mantuvo ocupado en los últimos años es que cambié completamente mi vida", dijo Garrido en relación con las relación con Jaycee Lee Dugard y las dos hijas que tuvo con ella.

Phillip Garrido, de 58 años, quien ya había cumplido condena por violación, y su esposa, Nancy Garrido, ambos residentes de la casa del secuestro, fueron detenidos el jueves y el caso ha pasado a manos de Buró Federal de Investigaciones (FBI).