Una joven iraní se quema a lo bonzo al intentar acudir a un partido de fútbol masculino

  • Sahar fue condenada a seis meses de cárcel por los delitos de"insultar a la autoridad" y "dañar la decencia pública"

  • "Estaba aterrorizada tras su paso por la cárcel"

  • "La próxima generación quedará definitivamente perpleja por el hecho de que se prohíba a las mujeres entrar en estadios de fútbol"

Fallece Sahar Jodayari por sus quemaduras en el 90% de su cuerpo. La joven iraní de 29 años se prendió fuego frente al Tribunal Revolucionario el 1 de septiembre como protesta por no poder asistir a un partido de fútbol masculino por su sexo.

"Detuvieron a mi hermana el 12 de marzo de 2019, cuando intentó entrar en el estadio Azadi para ver el partido de fútbol entre el Esteghal (uno de los principales equipos iraníes) y el Al Ain de Emiratos Árabes Unidos", ha explicado a medios iranís la hermana de la fallecida.

La joven, conocida como "la chica de azul" por llevar puestos los colores de su equipo se tuvo que vestir de hombre para entrar. Cuando fue detectada por la policía en el estadio fue expulsada y posteriormente, detenida y condenada a seis meses de cárcel por insultar a un policía. Fue puesta en libertad bajo fianza hasta que la semana pasada se declaró culpable a la acusada por los cargos de "insultar a la autoridad" y "dañar la decencia pública" por no llevar velo durante los procedimientos, según informa el medio iraní 'Rokna'.

Tras escuchar la sentencia salió del tribunal, gritó, se roció de gasolina y se quemó a lo bonzo. Inmediatamente después, fue trasladada a un hospital de Teherán en donde permaneció en estado crítico hasta su fallecimiento.

Desorden bipolar

Los familiares de Jodayari informaron de que la joven sufría trastorno bipolar aunque llevaba tratándolo desde los últimos dos años. Sin embargo, su paso por la cárcel de Garchak -una de las cárceles más temidas- y su negativa a medicarse creen que pudo exacerbar los actos de la joven para cometer su propio suicidio. "Estaba aterrorizada tras su paso por la cárcel. Algo pasó en su cabeza cuando escuchó que regresaría a esa prisión, en ese estado mental decidió prenderse fuego", asegura su hermana. Su padre añade que había interinado suicidares con anterioridad.

Repercusión

Las redes sociales tras hacerse eco de la noticia se volcaron en mensajes de apoyo y deseos de recuperación.

Dos futbolistas de la selección iraní de fútbol masculino se han pronunciado. Entre ellos, Masud Shojai, exfutbolista del Osasuna: "Igual que estamos en shock por las limitaciones impuestas a las mujeres en el pasado, la próxima generación quedará definitivamente perpleja por el hecho de que se prohíba a las mujeres entrar en estadios de fútbol en nuestro tiempo".

El club de fútbol del que era la joven, el Esteghal, también se ha pronunciado al respecto: "Nuestra querida Sahar se prendió fuego cuando fue condenada a seis meses de cárcel por ir al estadio y apoyar a su #Esteghal. Nos apoyó a pesar de que los políticos lo volvieron ilegal para ella, ¿pero qué podemos hacer ahora para apoyarla? ABSOLUTAMENTE NADA. Somos unos cobardes".

El actor iraní Amir Jadidi también denunció la situación por Twitter: "El mundo se ríe de nosotros por una parte y por otra lloran por nosotros".

El 'apartheid' femenino iraní

Desde la Revolución Islámica de 1979, que el pasado 8 de septiembre cumplía 41 años desde la expulsión de la Dianstía Pahlaví, la población iraní ha visto cómo se iban recortando sus derechos. En el caso de la mujer, no sólo se ha visto privada de su libertad a la hora de vestir o encontrar empleo, sino que también en el ocio.

Las mujeres no tienen prohibido por ley no poder asistir a eventos deportivos masculinos, sin embargo, si que se ha dificultado su acceso, que además de quedar restringido lo hace de forma segregada. Las activistas llevan luchando años por conseguir este derecho, han conseguido poder asistir a determinados deportes como el voleibol aunque sólo si están acompañadas de sus cónyuges y en áreas concretas.

La FIFA

El veto a la mujer en los estadios ha llevado al máximo organismo futbolístico mundial, la FIFA (Federación Internacional de Fútbol), a amenazar a Irán con prohibir que sus equipos participen en competiciones internacionales.

Según el art. 4 del reglamento de la FIFA: "la discriminación de cualquier tipo contra un país, persona o grupo de personas por motivos de raza, color de piel, origen étnico, nacional o social, género, discapacidad, idioma, religión, opinión política o cualquier otra opinión, riqueza, lugar de nacimiento, orientación sexual o cualquier otra razón está estrictamente prohibido y se castiga con suspensión o expulsión".

Durante el mundial de Rusia 2018 las autoridades iranís instalaron pantallas en el estadio Azadi al que le permitieron acudir a las mujeres. En octubre de 2018, un grupo selecto de mujeres pudo asistir al partido de fútbol entre Irán y Bolivia separadas en unas gradas especiales. Sin embargo, esto no es suficiente.

La FIFA ha dado de plazo hasta el mes que viene para acabar con la situación, fecha que coincidirá con la clasificación entre Camboya e Irán para el próximo mundial en Qatar del 2022. Según anunció el pasado mes el viceministro de Deportes, Yamshid Tagizade, "las mujeres podrán entrar en el estadio Azadi de Teherán para ver el partido".