"Ya que hemos firmado el acuerdo democrático", una cláusula incluida en la declaración final con la que los países iberoamericanos pretenden blindarse ante intentonas golpistas, "incorporemos plenamente a la hermana república de Honduras a la OEA", la Organización de Estados Americanos, dijo.
"No podemos castigar a uno de los países más pobres de la región por lo que ha pasado", agregó en alusión al golpe de Estado que hace un año y medio acabó con el mandato de Manuel Zelaya.
El actual presidente hondureño, Porfirio Lobo, que llegó al poder en unas elecciones que estaban convocadas antes del golpe, no fue invitado por Argentina, el país anfitrión, a participar en la cumbre, que se celebra en la localidad argentina de Mar del Plata.
Durante su intervención en la sesión plenaria de la reunión, Martinelli pidió también a Costa Rica y a Nicaragua que encuentren una solución a través del diálogo al conflicto territorial que mantienen por una isla en un río limítrofe.
Martinelli recordó que se trata de dos "países hermanos" y se mostró partidario de que sus diferencias se resuelvan "dialogando", para que "se aporten las mejores ideas y se llegue a las más felices conclusiones".
"No debemos pelearnos entre nosotros. Las peleas deben ser contra la desigualdad, la pobreza, la inseguridad y contra el narcotráfico", indicó el mandatario panameño.
Al igual que casi todos lo participantes en la cita iberoamericana, el jefe de Estado centroamericano recordó también al fallecido ex presidente argentino Néstor Kirchner y tuvo palabras de solidaridad con Venezuela y Colombia por las lluvias e inundaciones que azotan ambos países.
Además, dio la bienvenida a la costarricense Laura Chinchilla, al colombiano Juan Manuel Santos y al uruguayo José Mujica, que debutan en las cumbres, y agradeció a sus colegas por haber seleccionado a Panamá para ser la sede de la cumbre en el año 2013.