Las mujeres del presidente Donald Trump

  • La mujer del mandatario, sus hijas y sus nueras, sus mejores valedoras para promocionar la reelección del líder republicano

  • La relación entre Melania Trump y su hijastra Ivanka se muestra tensa a los ojos de los analistas

  • El histriónico discurso de la nuera del presidente no dejó indiferente a nadie

El desarrollo de la Convención Nacional Republicana, la fiesta política electoral más importante del partido que gobierna los Estados Unidos, estuvo plagado de discursos de mujeres que tenían como finalidad validar la gestión política del presidente Donald Trump, resaltar su personalidad más empática, y llevar al electorado su lado más cercano, el que no se ve frente a las cámaras ni los micrófonos de los periodistas, “el presidente que se preocupa por el pueblo”, “el que no cesa en el trabajo aun cuando no lo necesita”.

Así fue como Ivanka Trump presentó a su padre minutos antes de que este pronunciara su discurso de aceptación a la candidatura republicana para las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre: “Es el presidente del pueblo que ha cambiado Washington. Y sé que sus tuits pueden parecer sin filtro. Pero los resultados, hablan por sí solos", dijo, provocando aplausos.

Y es que Trump, como es sabido por el mundo entero, no es un hombre que guarde las formas entendidas como políticamente correctas, sobre todo en las redes sociales, que las ha convertido desde antes de llegar a la Casa Blanca, en una fuente de noticias más que importante, y donde popularizó el concepto de “fake news” (noticias falsas”) para cada publicación o información que no considera verídica.

Ivanka, además de ser la hija del presidente - la segunda del primer matrimonio de Trump con la ex modelo y ex deportista de élite Ivana Trump-, es su asesora. Fue la única de la familia que, durante los cuatro días de Convención celebrada entre el 24 y el 27 de agosto, tuvo el privilegio de pronunciar en directo su discurso. "Esta noche me presento ante ustedes como la orgullosa hija del presidente", dijo entre aplausos. En su intervención del jueves, demostró que conoce el poder de las pausas dramáticas y las sonrisas más oportunas: "Hace cuatro años les dije que pelearía junto a mi padre y, cuatro años después, aquí estoy". La hija predilecta del presidente, se ha posicionado tras su intervención en el cónclave republicano, como su posible mejor heredera en la política.

Antes de que Ivanka Trump se integrara en la política, fue desarrolladora inmobiliaria, estrella de la televisión y fundadora de Ivanka Trump Collection. Durante su adolescencia trabajó como modelo al unirse en 1997 a la agencia Elite Model Management. Aquel año hizo su primera portada en la revista Seventeen, a la que con los años le seguirían las de Forbes y Elle México, entre otras. Tenía tan sólo 16 años cuando co-presentó el certamen Miss Teen USA, evento propiedad de su padre. A lo largo de su carrera como modelo, caminó por las pasarelas de Thierry Mugler, Versace y Marc Bouwer. Se graduó en Económicas en la Universidad de Pensilvania, y trabajó en una empresa inmobiliaria durante dos años, antes de incorporarse al imperio empresarial de su padre “Organización Trump”, donde ascendió a vicepresidenta ejecutiva de adquisiciones y desarrollo, trabajando en edificios y complejos turísticos de alto perfil. Su estatus de celebridad lo consolidó entre los años 2006 y 2015, apareciendo junto a su padre y hermanos en el reality show `El Aprendiz´, emitido en canal de televisión estadounidense NBC donde ejercía de co-juez.

La lucha de poderes entre Melania e Ivanka Trump, una historia que viene de largo

Su relación con Melania Trump, la tercera mujer del presidente, siempre ha llamado la atención del público, que capta la rivalidad entre dos de las mujeres más importantes en la vida del magnate.

Y aunque el portavoz de la madrastra de Melania ha trasladado públicamente que ambas tienen una relación muy cercana, en estos días se vuelve a hablar de la tensión que hay entre las dos mujeres. Antes de que el presidente pronunciara su discurso en la Convención Nacional Republicana, Melania lanzó una sonrisa a Ivanka para luego cambiar su expresión facial radicalmente, cuando esta última se posicionó junto al magnate. El momento se ha hecho viral en las redes.

No es la primera vez que un gesto parecido de Melania es captado por las cámaras. Ella es una mujer observada por muchos ojos, y en diversas situaciones, sus gestos y desplantes al presidente han sido motivo de críticas y comentarios.

La lucha de poderes entre Melania e Ivanka Trump dará más aún que hablar a partir del 1 de septiembre, cuando el libro “Melania & Me”, (“Melania y yo”) escrito por la que fuera amiga y asesora de la primera dama, Stephanie Winston Wolkoff, llegue a las librerías. En un extracto publicado por la revista “Intelligencer”, se revela el “mezquino” intento de Melania Trump para mantener a Ivanka (a la que apoda "Princesa"), lejos del centro de atención el día de la inauguración de la presidencia de su marido en 2016, en la llamada “Operación Bloquear a Ivanka”. Pero los "motes" ya iban de ida y vuelta. La hija de Trump apodó a Melania "el Retrato" cuando su padre comenzó a salir con la ex modelo, porque esta hablaba muy pocas veces.

Como aperitivo de la que será sin duda una polémica publicación, se describen los supuestos intentos de Ivanka para hacerse con el control del Ala Este de la Casa Blanca, que también funciona como espacio para las oficinas de la primera dama y su personal.

Melania al igual que Ivanka, comenzó su carrera en el mundo del modelaje

Al igual que Ivanka, Melania también proyectó su carrera como modelo en Italia y Francia antes de mudarse a Nueva York en 1996, donde dos años después conoció al magnate en la Semana de la Moda de la gran ciudad.

Hicieron pública su relación en directo en ‘El Aprendiz’, el reality que Trump que dirigía y presentaba, llevándole a la cima como una celebridad nacional. Tras un largo noviazgo, se casaron en 2005 en la finca del actual presidente en Palm Beach, Florida. Un año más tarde dio a luz al único hijo que tienen en común, Barron Trump, y quinto descendiente de Trump. Comercializó una línea de joyería vendida por la compañía QVC y desarrolló una línea de productos para el cuidado de la piel a base de caviar.

Melania Trump es quizás la primera dama más reservada de Estados Unidos. Su discreta voz contrasta sin duda con la del presidente, que no duda en decir lo que piensa, pese a quien pese.

Durante la campaña electoral de 2016 no tuvo un papel destacado y desapareció prácticamente de escena cuando su discurso en la Convención Nacional Republicana fue criticado por plagiar algunos fragmentos del pronunciado por Michelle Obama, ocho años antes. Luego, salió a la luz pública el polémico video en el que su marido, hablando con el ex presentador Billy Bush, hizo un deplorable comentario cuando dijo “tú puedes conseguir cualquier cosa” al besar a las mujeres y agarrarlas por los genitales sin su consentimiento.

La ex modelo eslovena emitió una declaración calificando los comentarios de su esposo como "ofensivos", aunque manifestó que tenía su apoyo, y sugirió a todos que se concentraran “en los problemas importantes que enfrenta nuestra nación y el mundo”.

Aunque al principio del mandato se rumoreó acerca de una presunta relación fragmentada entre ella y el presidente, Melania se ha mostrado enfocada en su trabajo oficial. En 2018 lanzó la iniciativa “Be Best” centrada en el bienestar de los niños, que aboga por la abolición del ciberacoso y el uso de las drogas.

Melania, una de las grandes protagonistas de la Convención Nacional

Melania se maneja con cuidado para no eclipsar al presidente ni exigirle que cambie sus hábitos arraigados. En una ocasión, un periodista le preguntó cuál era la conducta que le gustaría que su esposo abandonara, y contestó sin asomo de duda: "su manera de twittear". Algo que debe seguir pensando, puesto que, en su discurso de la madrugada del martes, en la Convención Nacional Republicana, pidió disculpas por todos los errores comunicativos que haya podido tener a lo largo de su carrera como presidente de los Estados Unidos. No obstante, se mantiene firme a la hora de apoyar su gestión: “Donald Trump no ha perdido ni perderá el enfoque en cada uno de vosotros. Donald ama este país. Y sabe cómo hacer las cosas”.

Melania Trump se convirtió en una de las grandes protagonistas aquella noche. Vestida de verde oliva en representación de las fuerzas armadas y sobre unos altísimos tacones de aguja, ofreció un discurso conciliador y emotivo que muchos calificaron de brillante. Comenzó ofreciendo sus condolencias a los afectados por la pandemia del coronavirus que en Estados Unidos se ha llevado la vida de más de 180.000 personas, y defendió el trabajo de su marido en la búsqueda de la ansiada vacuna: “Donald no descansará hasta conseguirlo”.

La primera dama también abogó por los derechos de las mujeres: “Debemos asegurarnos de que se escuche a las mujeres y que el sueño americano siga prosperando. Somos unas guerreras”, y continuó contrarrestando la imagen machista que muchos critican a su marido: “Donald es un esposo que me apoya en todo lo que hago”, puntualizó.

Tiffany Trump, la menos mediática

La cuarta hija del presidente, Tiffany Trump, es la menos mediática de su familia y suele aparecer sólo en campaña electoral y ocasiones especiales. La Convención Nacional Republicana, tanto la de 2016 como la de este año, sin duda, han sido algunas de esas ocasiones especiales.

El respaldo a su padre durante su intervención del martes fue tajante: “Mi padre es la única persona que desafía el poder establecido, la burocracia, los monopolios farmacéuticos y mediáticos para sostener las libertades constitucionales, la justicia y la verdad. No se esconde de los desafíos”.

Aún así, la recién licenciada en Derecho en la prestigiosa Universidad de Geortown, donde han estudiado el resto de sus hermanastros, recibió numerosas críticas cuando se quiso identificar con los jóvenes que buscan en medio de una crisis económica y sanitaria, un futuro profesional: “Como recién graduada me siento muy vinculada a muchos de vosotros que están buscando un trabajo”. Las redes sociales no tardaron en reprocharle sus palabras, teniendo en cuenta que pertenece a una de las familias más poderosas del país.

Tiffany Trump, de 26 años, hija del matrimonio del líder republicano con su segunda esposa, la actriz, Marla Maples, no duda en acudir cuando su padre lo requiere, entre otras razones, porque es importante para la sociedad americana hacer muestra de la unidad de la familia.

No obstante, desde muy niña ha mantenido un papel más alejado del foco mediático. A los seis años se mudó con su madre al sur de California para distanciarse de la agitada vida que llevaba junto a su padre. Su nombre se lo pusieron en honor a la joyería preferida de su padre, Tiffany&Co, cuando Trump compró los derechos de la tienda en Manhattan para construir la Trump Tower.

Para seguir los pasos de su madre como actriz obtuvo, antes de estudiar Derecho, obtuvo la Licenciatura en Artes. En 2011 probó suerte como cantante con el sencillo “Like a Bird” y, aunque inicialmente tuvo buena acogida entre el público, luego fue criticado por utilizar una corrección en el procesador de audio que permite alterar el tono de las grabaciones. Tiffanny se centró entonces en sus estudios universitarios. En 2015, trabajó como becaria para la revista Vogue y en 2016, desfiló en la Semana de la Moda de Nueva York. Al igual que Melania Trump, se ha convertido en un referente de la moda y tiene una fuerte presencia en las redes sociales.

Las nueras de Trump y el histriónico discurso de la novia de Donald Trump Jr.

Si bien el presidente Trump cuenta con el patrocinio de sus dos hijas y de su mujer para la candidatura presidencial 2020, las parejas de sus hijos varones igualmente han tenido su protagonismo durante la celebración de la ceremonia electoral republicana. Ellas son Lara Trump, casada con Eric Trump, y Kimberly Guilfoyle, novia de Donald Trump Jr.

Sin lugar a dudas, esta última, tras su pronunciar su discurso el primer día de la Convención, el pasado lunes, se convirtió en la nueva star de la familia. El speech de Kimberly no dejó a nadie indiferente y acaparó absolutamente todas las miradas (y los titulares de la prensa del día después), cuando en modo in crescendo fue elevando el tono y la energía que ponía en cada una de las palabras que pronunciaba, como si no hubiera un mañana: “Quieren robar tu libertad, tu libertad”, gritó, “¡Quieren controlar lo que ves, piensas y crees, para poder controlar cómo vives!", dijo exaltada refiriéndose a los rivales demócratas cuya política la equiparó con la de los Gobiernos de Cuba y Venezuela.

En sala del Auditorio Mellon, en Washington, en la que grabó su discurso televisado, no había público presente pero Guilfoyle le puso tanto énfasis, que cualquiera hubiera dicho que estaba en un mitin frente a los 17 millones de personas que la estaban viendo aquella noche por televisión.

La abogada y ex fiscal de San Francisco, de 51 años, hija de madre puertorriqueña y padre irlandés, fue durante unos años analista política habitual en la Fox y CNN, y ocupa en la actualidad el puesto de asesora y encargada de las finanzas de la campaña de Trump. Antes de comenzar su relación con el primogénito del presidente, estuvo casada con el ahora gobernador demócrata de California, Gavin Newsom.

En otro momento de su oratoria, dijo refiriéndose a lo rivales políticos de su padre: “No dejes que te pisen. No dejes que destruyan a tus familias, tus vidas y tu futuro. ¡No dejes que repriman a las generaciones futuras porque te dijeron, te lavaron el cerebro y te dieron mentiras de que no eras lo suficientemente bueno!".

Guilfoyle terminó el discurso con una amplia sonrisa y los brazos en alto, exclamando que Trump es el líder que reconstruirá la promesa de Estados Unidos: "¡Lo mejor está por venir!", aseguró entre la emoción y la exaltación.

La otra nuera del presidente, Lara Trump, madre de dos de sus diez nietos, en su discurso durante la Convención Republicana -en un tono mucho más moderado que el de su cuñada Guilfoyle-, describió a su suegro como una “persona de convicciones” que luchará incansablemente por la nación: "Nadie en la Tierra trabaja más duro para el pueblo estadounidense", afirmó.

Durante su intervención, hizo un retrato brillante de la familia a la que se unió en 2014, cuando se casó con Eric Trump, y aseguró que, al comenzar a formar parte de la saga, "cualquier noción preconcebida que tuviera de esta familia desapareció de inmediato".

Lara también describió a Trump como un defensor de las mujeres que la eligieron para ayudar a ganar su estado natal de Carolina del Norte en las elecciones de 2016, a pesar de su falta de credenciales: “Aunque no tenía experiencia política, él creyó en mí. Sabía que era capaz incluso si no lo sabía”, señaló. "El género no importaba, lo que importaba era la capacidad de hacer el trabajo".

Lara es asesora principal del comité de reelección del presidente y tiene también en la actualidad un programa de televisión en las redes sociales que apoya la candidatura de su suegro.

Estudió Comunicaciones en la Universidad Estatal de Carolina del Norte antes de obtener una licenciatura en artes de pastelería en el Instituto Culinario Francés de Nueva York. Activista involucrada en los derechos de los animales, trabajó como productora del programa informativo Inside Edition, y con frecuencia ha hecho apariciones en apoyo de la campaña Trump. Su relación con Donald Trump Jr. se remonta a 2008 hasta que cuatro años más tarde se casaron. Durante la campaña presidencial de 2016, participó en campañas de apoyo al empoderamiento femenino por parte de Trump. Después de que su suegro fuera elegido presidente, se hizo también productora y recaudadora de fondos para el presidente.

Otras mujeres republicanas que desempeñan puestos relevantes en la política estadounidense, además de aquellas que no pertenecen a la vida pública y compartieron sus mejores experiencias a favor del partido, respaldaron a Trump durante los cuatro días de Convención. Pero los papeles que representan las mujeres de su familia, su esposa, sus hijas y sus nueras, se posicionan en primera línea y se consolidan como un fuerte contingente para promocionar la reelección del mandatario, y proyectar la imagen de un presidente compasivo y de mente abierta, en un intento de ganarse a las votantes. Ellas son las mujeres del presidente Donald Trump.