Los países occidentales admiten su fracaso para sacar de Afganistán a todo el que lo necesite

  • Estados Unidos reconoce que no podrá ayudar a los que no están en Kabul y Australia acepta que su apoyo "no llegará a todo el que debería"

  • Los trabajadores afganos de la Embajada holandesa la encontraron vacía el domingo y el Gobierno indio anuncia que las visas tendrán que tramitarse 'on line'

  • España se ha ofrecido a recibir a los refugiados que lleguen para que después sean repartidos por Europa

A unos días de la caída de Kabul, algunos países empiezan a reconocer que no podrán sacar a todas las personas que lo necesitan de Afganistán. La muestra más reciente de esa sinceridad es la de Estados Unidos, que ha admitido que no tiene ningún plan para ayudar a salir los afganos que no están en la capital.

La primera potencia mundial tiene la "obligación" de asistirlos, ha afirmado el secretario de Prensa del Pentágono, John Kirby, pero de momento el Gobierno está "centrado" en el aeropuerto. A los afganos que no pueden llegar, el portavoz les recomendó tramitar un visado estadounidense y consultar con el Departamento de Estado. Mientras tanto, los talibanes ya bloquean el acceso al aeródromo que todavía se llama como el expresidente Hamid Karzai.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, también reiteró que su Gobierno "hará todo lo posible" por los afganos en peligro, pero admitió que ese esfuerzo se quedará corto.

"A pesar de lo que hagamos, sé que nuestro apoyo no llegará a todo el que debería. La situación sobre el terreno los ha superado, ojalá fuese diferente", ha afirmado el mandatario, después de escenas impactantes como la de los más de 640 pasajeros apiñados en un avión militar de Estados Unidos.

En otra ventana de honestidad, el ministro de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, expresó que "algunas personas no regresarán".

En la "nueva normalidad" afgana bajo los talibanes, los comercios abren y hay tráfico en la calle, pero también menos mujeres, cada vez más cubiertas. Las repatriaciones avanzan paralelamente. La agencia Reuters informa de que los insurgentes tienen la orden de facilitar el proceso y respetar los edificios diplomáticos.

Ante una situación "confusa, peligrosa y compleja", "especialmente por las multitudes" que buscaban huir, el primer avión alemán salió de Kabul con 7 de las 114 personas que podía llevar. La cifra la dio un portavoz alemán de Exteriores. Los adjetivos y la explicación son de la ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer.

Más tarde, un segundo avión despegó con "más de 120 personas, alemanes, afganos y ciudadanos de otros países", según el ministro de Exteriores, Heiko Maas.

"El puente aéreo ha comenzado y continuará intensamente hasta donde la situación de seguridad lo permita", ha agregado Maas. En tanto, España se ha ofrecido a recibir a los afganos que hayan colaborado con la Unión Europea para después ser repartidos en los distintos países del bloque comunitario, ha señalado Josep Borrel, el Alto Representante de Política Exterior de la UE, que ha indicado que el territorio español será un 'hub' para acoger a los refugiados.

"Juegan con nuestras vidas": los trabajadores afganos de la Embajada holandesa la encontraron vacía el domingo

A falta de declaraciones directas como las de Kirby, el premier australiano o el ministro de Defensa británico, algunas palabras pueden funcionar como indicio. "Hasta donde la situación lo permita", por ejemplo. Para ciertos afganos, ese límite podría estar en el aeropuerto, en la pista de despegue o incluso en la rueda de un avión. Pero la suerte puede ser peor.

El domingo por la mañana, el personal afgano de la Embajada de los Países Bajos en Kabul encontró con asombro que el edificio estaba vacío. 37 personas y sus familias siguen en sus casas sin saber si serán repatriados, de acuerdo con la información del periódico holandés NRC. ¿Por qué esperaron tanto para evacuar?, preguntan.

Sin visas de momento, los trabajadores permanecen en el anonimato en la capital. Llevaban advirtiendo desde febrero que la situación podía cambiar repentinamente ante el avance de los talibanes. "Juegan con nuestras vidas", dice un empleado. El Gobierno afirmó que hará todo lo posible para repatriar al personal, incluidos los traductores.

La misma promesa hace Suecia, que sacó a su cuerpo diplomático de Afganistán mientras trabajadores e intérpretes seguían en el edificio. El diario Expressen publica una carta de los empleados afganos en la que piden una solución, después de que nadie en la Embajada respondiera a sus llamadas o mensajes. "Nuestras vidas están en peligro", explican igualmente.

En la línea de Estados Unidos, el Gobierno indio ha comunicado a los afganos que podrán realizar una solicitud de visa en línea. Su personal diplomático ya ha sido evacuado.