El hombre llevaba un abrigo gris y, al parecer, todo empezó cuando caminó nervioso al baño. Cuando salió se dirigió a la salida de emergencia e intentó abrirla dos veces. La tripulación empezó a pedirle que parara mientras algunos pasajeros empezaron a gritar y a llorar, ya que se encontrara a 9000 metros de altura.
Ante este suceso varios pasajeros redujeron al hombre y lograron sentarlo en la silla. Intercambiaron el asiento con varios pasajeros para rodear al hombre de tal forma que no pudiera levantarse.
El capitán del avión alertó a la policía italiana del suceso y cuando el vuelo llegó a su destino el pasajero fue interrogado por la policía de Pisa, tal y como recoge 'Daily Mail'.
Los expertos en aviones aseguran que si hubiera logrado abrir la puerta del avión a 9000 metros los pasajeros habrían sido succionados fuera del avión a causa de la disminución repentina de la temperatura y la compresión.
No obstante, la compañía aérea del avión en cuestión, easyJet, ha explicado que dada la presurización de la cabina hubiera sido imposible abrir la puerta, pero que la rápida actuación de la tripulación fue clave para evitar algún incidente.